A simple vista, las imágenes pueden parecer similares en formatos JPEG y PNG, pero las diferencias radican en los detalles y en el uso específico.
Ambos formatos tienen sus ventajas y desventajas, y la elección del correcto formato depende de tus necesidades y objetivos.
En este artículo, explicaremos las características clave de los formatos JPEG y PNG para ayudarte a tomar decisiones informadas en tus proyectos digitales.
JPEG: Compresión con pérdida para la fotografía digital
JPEG, cuyo acrónimo significa Joint Photographic Experts Group, se ha consolidado como el estándar para la fotografía digital y el intercambio de imágenes en línea.
Su principal atractivo radica en el equilibrio entre el tamaño del archivo y la calidad de la imagen. La mayoría de las imágenes JPEG se someten a una compresión importante, con una relación de compresión promedio de 10:1, lo que significa que una imagen de 10 megabytes se reduce a aproximadamente 1 megabyte. En la mayoría de los casos, la pérdida de calidad es apenas perceptible para el ojo humano, aunque esto depende en gran medida del contenido original de la imagen.
Para lograr esta compresión, JPEG utiliza una técnica llamada Transformada de Coseno Discreto (DCT), que analiza la imagen y combina píxeles similares en mosaicos. Sin embargo, esta compresión conlleva una pérdida de información que no se puede recuperar, lo que hace que JPEG no sea la mejor opción para imágenes en las que la calidad es crítica y se requiere una edición constante. La edición repetida de imágenes JPEG puede conducir a una degradación continua de la calidad.
También es aconsejable no utilizar JPEG para imágenes que contengan mucho texto o ilustraciones con líneas nítidas, ya que estas tienden a volverse borrosas debido al suavizado aplicado por el formato. No obstante, en casos de conversión de formatos, como de PDF a JPEG, se aconseja utilizar la configuración de calidad más alta para mantener el texto nítido.
JPEG es compatible con espacios de color RGB y CMYK en 8 bits, aunque sus capacidades CMYK son limitadas. A lo largo de los años, se han propuesto alternativas a JPEG, como JPG-LS, JPEG 2000, BPG y JPEG XS, aunque ninguna ha logrado reemplazarlo por completo en la fotografía digital.
PNG: Compresión sin pérdida y transparencia
PNG, cuyo acrónimo significa Portable Network Graphics, es un formato sin pérdida diseñado como una alternativa al formato GIF. A diferencia de JPEG, PNG utiliza la compresión LZW, lo que le permite mantener una alta calidad sin pérdida de datos.
La característica distintiva de PNG es su compatibilidad con la transparencia, lo que lo convierte en la elección preferida para logotipos y gráficos utilizados en sitios web, ya que pueden superponerse sin problemas. También es una opción popular para capturas de pantalla, ya que conserva la representación precisa de la pantalla.
A pesar de su versatilidad, PNG tiene sus propias limitaciones. No admite datos EXIF, lo que significa que no es la mejor opción para fotografías con información de metadatos crítica. Además, sus archivos tienden a ser más grandes que los de JPEG, lo que puede ser una preocupación si el espacio en disco es un factor importante. Pero, también si se pretende mejorar el SEO, ya que la imagen tardará más en cargarse si pesa más tamaño, lo que no es nada recomendado.
La elección depende de tus necesidades
Obviamente, la elección entre JPEG y PNG dependerá de tus necesidades específicas y tus objetivos en un proyecto digital.
Si tienes la intención de compartir imágenes en redes sociales o plataformas en línea, el formato JPEG suele ser la elección más adecuada debido a su tamaño de archivo más pequeño y su amplia compatibilidad.
Por otro lado, si planeas editar, anotar o archivar imágenes sin pérdida de calidad, PNG es la mejor opción, especialmente para logotipos y gráficos web que requieren transparencia.