- CMG Local Solutions hizo una publicación para su sistema Active Listening que luego eliminó
- Con frases como «Es verdad. Tus dispositivos te están escuchando», han atemorizado al público
- ¿Cuánto hay de cierto en que nuestros equipos nos espían? ¿qué podemos hacer para remediarlo?
La relación entre dispositivos inteligentes y espionaje es más estrecha de lo imaginado. Y de lo que nos gustaría… Pero, ¿qué se sabe al respecto y cómo protegernos de esto? Una reciente filtración podría traer luz sobre ese recurrente temor que tienen los usuarios cuando usan sus teléfonos inteligentes, tablets, PC, etc.
Está el mito de que si mantenemos una conversación hablando de comprar unas medias verdes, en breve comenzaremos a ver anuncios acerca de medias verdes. Y eso nos lleva a pensar que efectivamente, espían. Incluso, ciertos fabricantes han reconocido que venden los datos obtenidos por los equipos tecnológicos.
Sin embargo, nunca unas declaraciones habían causado tanto miedo como las de CMG Local Solutions. Dedicada al marketing, esta firma provocó pánico al asegurar que puede acceder a las conversaciones de los usuarios recopilando la información en sus smartphones y demás dispositivos electrónicos conectados a la red.
Y por si eso fuera poco, la web Active Listening de CMG dice «Es verdad. Tus dispositivos te están escuchando».
La publicación de CMG Local Solutions
En concreto, una publicación de blog por parte de CMG Local Solutions fue la que agitó el avispero de la privacidad. Allí explicaban la utilización de la IA para «detectar conversaciones relevantes a través de teléfonos inteligentes, televisores inteligentes y otros dispositivos». Incluso advertían que sabían cuándo y qué canales sintonizar.
Y no sólo eso, sino que dejaron entrever que las marcas son las primeras interesadas en poder escucharnos.
Al proporcionar una versión de cómo funciona Active Listening, decían que almacenaba información de clientes en su plataforma para contar con una base de datos de «personas compradoras». Luego se agregarían keywords a esas personas para que fuera más fácil agruparlas. Es decir, una explotación absoluta de nuestros datos privados.
«La escucha activa comienza y se analiza mediante inteligencia artificial para detectar conversaciones pertinentes a través de teléfonos inteligentes, televisores inteligentes y otros dispositivos«, completaba aquella publicación.
Con las conclusiones, podían redireccionar anuncios en plataformas como transmisiones televisivas y de audio. Creando listas de audiencia no fue difícil escalar tampoco a redes sociales, YouTube, Google y Bing, entre otros.
Pero lo más curioso es que esa publicación fue bajada de su web. ¿Comentaron entonces algo que no debían?
Ahora bien, ¿están realmente escuchándonos?
En una declaración remitida por correo electrónico a Ars Technica, Cox Media Group señaló que sus recursos publicitarios incluyen «productos de proveedores externos impulsados por conjuntos de datos obtenidos de los usuarios por varias redes sociales y otras aplicaciones luego empaquetados y revendidos a administradores.
Asimismo, aseguraron que «no escucha ninguna conversación ni tiene acceso a nada más que un conjunto de datos agregados, anónimos y completamente cifrados de terceros que puedan usarse para la colocación de anuncios». Pero, claro, es demasiado tarde para llevar tranquilidad luego de reconocer que espías a los usuarios.
Con anterioridad a que Cox Media Group remitiera su declaración, hablaban de conversaciones en tiempo real. Desde siempre, CMG ha omitido profundizar cómo los dispositivos tienen la posibilidad de contar con la potencia informática y de red indispensable para grabar y remitir las conversaciones habladas dentro del rango. Y lo que es peor, sin el conocimiento del propietario del dispositivo. Nada sabemos de dónde obtienen esos accesos delicados.
Y lo increíble es que, al vender su servicio de marketing, afirman que los anunciantes serán capaces de conocer «en el momento en que alguien en su área esté preocupado por el moho en su armario», por citar un ejemplo.
¿Cómo trabajan el resto de las gigantes tecnológicas?
La asociación entre dispositivos inteligentes y espionaje no puede escapar tampoco a gigantes como Amazon. Eventualmente, los de Jeff Bezos admitieron que Alexa tomaba información y datos para producir anuncios. Igualmente, negaron todas las acusaciones de venta de esa data. La pregunta es «¿esto es legal?».
Curiosamente, la respuesta es que sí, lo es. Los teléfonos móviles y otros dispositivos nos pueden escuchar. Cuando una nueva aplicación te pide permisos al instalarla, uno de ellos suele asociarse a los permisos de escucha.
Si a eso le sumamos que CMG es socio de Facebook, Microsoft, Google y Amazon, daría la sensación de que representa la posición de un socio publicitario de esas gigantes. Nada más ni nada menos. Suficiente para temer.
¿Qué más te gustaría saber en torno a los dispositivos inteligentes y el espionaje que nos realizan?