Seguramente en muchas ocasiones te preguntaste ¿Qué es la aceleración de hardware? Incluso, por el hecho de por qué tendría que activarla, podemos afirmar que es algo positivo porque es una manera de realizar tareas de manera más rápida usando hardware como la GPU. Evidentemente, esto conlleva algunos sacrificios como la flexibilidad y puede terminar siendo obsoleto si el proceso para el que está diseñado deja de ser rentable o no se usa más.
No obstante, activar la aceleración de hardware cuando se encuentra disponible, impacta en el rendimiento de forma positiva. Aunque tiene algunas cosas que se podrían considerar desventajas, como la estabilidad y calidad. Todo dependerá de la situación y de esto vamos a hablar en este artículo para que quede lo más claro posible.
Qué es la aceleración de hardware
Un ejemplo simple y práctico en cuanto a lo que sería la optimización de hardware es la GPU, también conocida como «acelerador 3D». Aunque en sus inicios se destinaba principalmente a gráficos 3D, las GPUs actuales realizan una amplia variedad de funciones, como gráficos en tiempo real y operaciones vinculadas a la inteligencia artificial.
La enorme ventaja se encuentra en el hecho de que la GPU, es capaz de ejecutar una amplia serie de cálculos de manera más ágil que la misma CPU. De esta forma se pueden generar gráficos 3D complejos en tiempo real.
Pero esto no solo es para GPU, también lo encontramos en dispositivos ordinarios. Por ejemplo, la renderización de vídeo se puede llevar delante de forma eficiente con chips especializados, que terminarían por consumir menos energía que una CPU completa haciendo la misma tarea ¿Se entiende?
Entonces, la clave en cuanto a la velocidad de la optimización de hardware se encuentra en la especialización. Las CPU que son versátiles, pero que son menos eficientes tienen una clara diferencia con las unidades de hardware dedicadas que están diseñadas para realizar un conjunto de tareas de forma muy eficiente.
Desventajas de la optimización de hardware
Algunas desventajas tienen que tener, evidentemente. La primera de estas es la perdida de flexibilidad. Debido a que el hardware especializado no puede ejecutar tareas que se encuentren fuera de su diseño en particular. También debemos sumar le echo de que el uso de hardware optimizado tiene ciertas limitaciones, como la incompatibilidad con algunos estándares y algoritmos.
¿Cuándo debería activarlo?
En realidad, depende de la situación. Generalmente, se aconseja activarlo siempre, porque puede tener un impacto notorio en el rendimiento. Especialmente cuando estamos trabajando con edición de vídeos, por ejemplo. En muy pocos casos puede llegar a generar alguna clase de inestabilidad en algunas apps. Aunque no es común. En caso de que así sea, se puede desactivar sin problemas.