La Sociedad para la Telecomunicación Financiera Interbancaria Mundial (SWIFT), esencial en las operaciones bancarias globales, está desarrollando una plataforma para integrar las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) con el tradicional sistema financiero. Este proyecto responde al interés de aproximadamente el 90% de los bancos centrales del mundo en adoptar sus propias monedas digitales – centralizadas, obviamente -, en un intento por modernizar los sistemas de pago y mantenerse al día frente a las criptomonedas.
En este sentido, SWIFT pretende facilitar la interoperabilidad entre las distintas CBDC y el actual sistema financiero. Esta nueva plataforma está prevista ser lanzada en los próximos uno a dos años, aunque el calendario podría adaptarse en función de los desarrollos de las CBDC en las principales economías.
Nick Kerigan, el jefe de innovación de SWIFT, compartió que una reciente prueba involucró a 38 entidades, incluidos bancos centrales y comerciales, para asegurar que las CBDC de diferentes países funcionen conjuntamente, independientemente de sus tecnologías subyacentes. Los resultados de esta colaboración, que también exploró la viabilidad de utilizar la infraestructura existente de los bancos, han sido positivamente recibidos por los participantes, proporcionando a SWIFT un marco temporal para avanzar hacia la implementación. La integración exitosa de estas monedas digitales en la red de SWIFT podría reforzar aún más su posición dominante en la infraestructura de pagos transfronterizos. Recordemos que la organización ya conecta a más de 11500 bancos y entidades financieras, gestionando diariamente billones de dólares en más de 200 países.
Al mismo tiempo, la incorporación de las CBDC en la red de SWIFT podría fortalecer su dominio en el sistema de pagos internacionales, en un momento en que países como las Bahamas, Nigeria, Jamaica y China (e-yuan) ya experimentan con sus propias monedas digitales. Además, con los esfuerzos del Banco Central Europeo por desarrollar un euro digital.
Finalmente, el interés en la digitalización de activos, incluida la previsión de tokenizar activos por valor de 16 billones de dólares para 2030, corrobora una tendencia hacia el cambio digital en el sector financiero.
Imagen destacada: Teresa Hernández – generada con IA