Si te gustan los videojuegos de lógica y aventura, y estás preparado para dejar algunos prejuicios de lado si te consideras religioso, Indika no te gustará. ¡Te encantará! ¿Qué deberías saber sobre esta novedosa propuesta?
En principio, puede que notes que no vamos a recomendarte este juego como solemos hacerlo. Es decir, hablando específicamente de la propuesta del mismo. Por el contrario, un poco nuestro consejo es que lo pruebes sin saber demasiado al respecto. Creemos que si sabes más de lo mínimo indispensable eso podría arruinar tu sorpresa. Puedes optar por ir a Steam para descargarlo. O tienes la alternativa de leer un poco más sobre este título.
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Un poco de contexto acerca de Indika, para los curiosos
Si no estás interesado en gastar unos euros sin contexto, debes saber que Indika fue lanzado esta semana para PC. Estamos en presencia de un nuevo juego del desarrollador Odd Meter, al que Steam describe de la siguiente forma:
«Juega un juego basado en una historia en tercera persona ambientado en la Rusia alternativa de principios del siglo XIX, donde las visiones religiosas chocan con la dura realidad. Indika cuenta la historia de una joven monja que emprende un viaje de autodescubrimiento con el compañero: el mismísimo diablo«. No necesité leer más. Inmediatamente decidí darle una oportunidad y, más allá de alguna crítica, no ha decepcionado.
Indika es un un juego de aventuras narrativas que sigue a una humilde monja que intenta encajar en un monasterio. Tiene la tarea de entregar una carta a través de un frío páramo. Pero el problema no es ese… sino el diablo.
Como uno puede imaginarse con esta definición, Indika se enfrenta a algunos platos complejos sobre la religión. Elegante, la historia va dejando caer debates teológicos con los personajes que aparecen en pantalla. Muchos, absolutamente delirantes. Por ejemplo, en un momento el diablo intenta convencerle de no entregar la carta. Evidentemente Indika se niega explicándole que cometería un pecado. Pero el diablo, viejo zorro, le dice socarronamente que si un cartero perdiera demasiadas cartas podría ser tan malo como un asesino.
Debates como éste crean una historia reflexiva que te permitirá hacerte preguntas a ti mismo y relativizar la religión. Por supuesto que no tiene tanta profundidad como una clase de teología por parte de un profesional, pero varias acciones que debe realizar la monja te llevarán a empatizar con ella y pensar si ese esfuerzo vale la pena. Metáfora, quizás, del sacrificio que asumen quienes creen ciegamente en algún tipo de religión.
¿Qué es lo que no me ha gustado del juego 😞?
Podría decir que todo lo anterior es lo que más me ha gustado de Indika. Como planteo «ligero» es entretenedor. Manifestado esto, hay algunas cuestiones que no han acabado de convencerme -aunque sugiero jugarlo-.
Lo peor es de Indika es que es un mejor revisionismo religioso que juego. Déjame explicarme. El sistema de niveles, sin ir más lejos, deja mucho que desear. Si bien Indika obtiene puntos al sumar objetos coleccionables y completar misiones dentro del juego, las habilidades desbloqueadas realmente no sirven para nada. Son más una «excusa» diseñada para darle lugar a todos los planteos teológicos que un sistema de mejora de habilidades tradicional. Probablemente eso no evitará que los jugadores hagan lo posible por mejorar sus habilidades. Pero debía señalarlo.
Por otro lado, en algunas situaciones sentí que la búsqueda de complejizar la fe se iba un poco por las ramas. Gran porcentaje de la historia gira en torno a la sexualidad reprimida de Indika, temática algo «quemada» cuando analizamos personajes religiosos. No aporta nada, y en ciertas circunstancias parece que van demasiado lejos.
Si no te decides entre Steam Deck y Nintendo Switch OLED, Indika es uno de los juegos exclusivos de la primera.
¿Y cuáles son mis concusiones del nuevo juego de Odd Meter?
Dicho esto, no lo veo como un juego «sólo apto para ateos». La personalidad de Indika y la del Diablo más parecido al que conocemos por la Biblia que en otros juegos, junto con una ambientación prodigiosa, hacen que el juego merezca una oportunidad del lector. La curiosidad y el cuestionamiento son importantes en la fe cristiana, y este título no evita esas discusiones sino que las propicia. No pretende dar respuestas, sino que las obtengamos de nuestro interior.