El reciente informe de Dealroom, que examina la panorama de startups españolas, muestra datos interesantes sobre el crecimiento y evolución del sector tecnológico en España. Según el análisis de TechCrunch, el valor total de las startups españolas superó los 100 000 millones de euros en 2023, destacando la fortaleza del sector a pesar de los problemas globales económicos.
Inversiones y comparaciones
En cuanto a inversión de riesgo, las startups españolas recaudaron 2200 millones de euros en 2023 a través de unas 850 rondas de financiación. Aunque esta cifra es menor que la de 2021 y 2022, sigue siendo superior a la de 2019 (prepandemia), cuando se recaudaron 1900 millones de euros. Este contexto es importante, ya que 2021 y 2022 fueron años excepcionales debido a condiciones de mercado únicas.
El valor total de las startups españolas pone a España por delante de países como Noruega, Italia y Portugal, pero todavía está por detrás de otros ecosistemas tecnológicos europeos más consolidados.
Comparado con Francia y Alemania, estos alcanzaron la marca de los 100 000 millones de euros hace seis y nueve años, respectivamente. No obstante, Dealroom dice que en Europa la tecnología en España está creciendo rápidamente. Esta tendencia podría indicar que, con el tiempo, algunas startups españolas podrían convertirse en decacornios, es decir, empresas valoradas en más de 10 000 millones de dólares.
Embudo de Inversión
El informe ofrece una visión detallada del «embudo» de inversión en España. En 2023, la inversión en etapas iniciales (pre-semilla, semilla y Serie A) alcanzó niveles récord, mientras que las inversiones en etapas posteriores (Serie B y Serie C) se mantuvieron estables. Pero, la actividad en las etapas finales fue relativamente tranquila, con solo dos megarondas: una en la plataforma de gestión de datos Denodo y otra en la startup de eventos basados en datos Fever.
Esta desaceleración en las etapas finales no es exclusiva de España y podría ser preocupante. La falta de grandes fusiones, adquisiciones o salidas a bolsa puede dificultar la reinversión de capital en nuevas empresas. Sin estos eventos, también es más difícil que ex empleados de grandes empresas se conviertan en inversores o nuevos emprendedores.
Aún así, a pesar de estos desafíos, los capitalistas de riesgo en España se mantienen optimistas. Jaime Novoa, socio de Kfund, mencionó en el informe que están seguros de que varias de las empresas que ahora están recibiendo financiación se convertirán en grandes empresas en los próximos cinco a diez años. Esta confianza se basa en la fuerte actividad en las primeras etapas de inversión.
Además, la distribución de la financiación también es prometedora. En 2023, la mayor parte de la inversión de capital de riesgo en España se destinó a sectores como tecnología climática, biotecnología y energía limpia. Estos sectores están alineados con las tendencias globales y europeas hacia la sostenibilidad y la innovación en áreas críticas.