Puede que tu vida no haya cambiado demasiado pero vivimos en un mundo muy diferente desde que se produjera la invasión rusa a Ucrania en 2022 y el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023. Basta repasar el crecimiento del gasto militar universal, que alcanzó los 2.400 billones de dólares el año pasado. Nosotros nos centramos a continuación en el papel de las empresas emergentes y los inversores que las sostienen. ¿Sabes quiénes financian las tecnologías de defensa que desarrollan estas compañías y qué intereses tienen?
De más está decir que cuando nos enfocamos en el gasto militar universal, los Estados Unidos tiene por lejos el mayor de todos en el planeta. Posee contratos por 53.000 millones de dólares con importantes firmas de defensa. Pero la contratación de estas empresas, que antes era algo sólo norteamericano, ahora involucra a otras naciones.
Un buen ejemplo de esto es la startup alemana de Inteligencia Artificial Helsing, que goza de un capital sin precedentes para las compañías tecnológicas con potencial militar. Al menos, claro, fuera de los EE.UU.
5 tecnologías de defensa y sus principales inversores
NATO Innovation Fund -NIF-
El Fondo de Innovación de la OTAN es actualmente uno de los actores más citados en las conversaciones sobre tecnología resiliente. Un fondo de 1.000 millones de dólares rara vez pasa desapercibido, y más aún cuando está dedicado a un sector en el que el capital de riesgo ha sido escaso. Sin embargo, sus inversores habían mantenido mayormente un perfil bajo tras su lanzamiento oficial en agosto de 2023. Un año después, se han vuelto «públicos».
El NIF reveló recientemente algunas de sus primeras inversiones en Inteligencia Artificial, tecnología espacial, fabricación, transporte y robótica aunque, según indican, para «avanzar en defensa, seguridad y resiliencia».
Sin embargo, las inversiones del Fondo de Innovación de la OTAN sólo pueden destinarse a empresas emergentes asentadas en algunos de los 24 países miembros de esta organización. Esto incluye a Islandia y no a Francia, paradójicamente, por lo que podría impulsar las startups de puntos que suelen quedar en el olvido.
OTB Ventures
OTB Ventures es una de las startups pioneras en esta industria, con más de un lustro de existencia. No obstante, sus inversiones hacia las deep tech nunca habían sido tantas. Con apoyo de NIF, y del Fondo Europeo de Inversiones, cuenta con un crecimiento inicial de 185 millones de dólares en el ámbito de lo que ellos llaman «tecnología real».
¿De qué se trata? Entre otras cosas a la Inteligencia Artificial, la tecnología espacial y la automatización empresarial. Están especialmente embarcados en los beneficios de la ciberseguridad dentro de los entornos de las Fintech.
MD One Ventures
Esta firma de capital de riesgo con sede en el Reino Unido que invierte en empresas en etapa inicial -o startups- fue fundada en 2021. Se describe a sí misma como «dedicada a respaldar la innovación tecnológica profunda aplicada». Si bien esta definición no es tan específica como nos gustaría, se les ha visto invertir en hardware, software, etc.
Una de sus presentaciones más impactantes fue la de Labrys Technologies, una solución que combina Slack con sistemas de ubicación y pagos para permitir los pagos en escenarios militares y humanitarios. Allí, generalmente están caídos todos los mecanismos de pago virtual. Pero esta plataforma aspira a dejar esas restricciones atrás.
D3 -Dare to Defend Democracy-
Otro de los fondos de inversión que financian las tecnologías de defensa es D3. Su nombre en español parece no tener sentido, pero viene de la frase «Dare to Defend Democracy», que significa “Atrévete a defender la democracia”.
El fondo entró en acción en verano de 2023, y pretende que la tecnología pueda ayudar a Ucrania a defenderse. Incorporan elementos de defensa como drones, sensores y vehículos aéreos no tripulados controlados por IA.
Algunos conocen el fondo por ser uno de los promotores de un hackathon de tecnología de defensa que fue organizado en Londres hace pocas semanas. Es el primero de este tipo, pero probablemente no será el último. Básicamente, confirma que la inversión en tecnologías de defensa no es algo pasajero sino una tendencia sólida.
Israel Resilience Fund
El Fondo de Resiliencia de Israel, creado a fines de 2023 tras los ataques de Hamás, tiene como objetivo recaudar aproximadamente 50 millones de dólares para invertir en nuevas empresas afectadas por la guerra de Medio Oriente.
Éste es uno de los fondos de la plataforma de inversión israelí OurCrowd, que hasta marzo había conseguido una buena parte de esa cantidad y se mostraba optimista por lograr ese propósito de unos 50 millones de dólares.
¿Y qué pasa entre los Estados Unidos y China? La tensión ha ido escalando, y hace un tiempo comentábamos que los norteamericanos buscan malware chino infiltrado en sus bases militares porque sospechan de un ataque «soft».