A pesar de que probablemente coincidamos en que las pantallas táctiles son un avance o innovación tecnológica espectacular, lo cierto es que se las aprovecha sobre todo en móviles, tablets y laptops. Quizás, sólo quizás, deberíamos preguntarnos si hacen falta en otros ámbitos. Justamente por eso, repasamos la tendencia de los fabricantes de coches a sumar pantallas táctiles incluso cuando realmente no tiene ningún sentido hacerlo.
En los móviles, tablets y laptops, las pantallas de cada vez mayor tamaño y con un brillo máximo más elevado son claves para la experiencia del usuario. Es lógico, han sido diseñadas para la interacción del usuario con el panel.
Dentro de los coches, si bien les confieren un aire de ciencia ficción, moderno y aparentemente funcional, parece que muchos están abusando de este recurso. Aunque equipar una pantalla táctil, tanto para fines de entretenimiento como para centro de control de todas las funciones del vehículo, se ha convertido en una tendencia en la industria automotriz, cada vez son más los profesionales de la seguridad que las miran con desconfianza.
Por supuesto, existen efectos negativos de la exposición a las pantallas táctiles que tampoco podemos olvidar. Bacterias, dolores físicos, insomnio prolongado y depresión son algunos de los síntomas de esta exposición.
Los riesgos de las pantallas táctiles en los coches 💀
Convivimos con los coches desde hace más de un siglo, y han cambiado menos de lo que han cambiado otras cosas. No es casualidad que los botones y controles analógicos hayan sido la opción preferida para controlar las funciones inherentes a los coches durante más 100 años. Las pantallas táctiles son superadores excepcionalmente, pero no podemos asistir a esta invasión de estímulos para la vista obviando los riesgos que conllevan para el conductor.
Las primeras conclusiones de los estudiosos de este campo son que las pantallas táctiles en los coches tienen diversas desventajas dentro del habitáculo del coche. Como el conductor tendrá que centrarse en ella para realizar cualquier ajuste que haga a su experiencia de uso con el vehículo, quitará los ojos de la carretera más tiempo del que es prudente hacerlo. ¿Por qué pasa eso? Porque al no haber una respuesta háptica, tendrá que esperar para cerciorarse de que el ajuste que ha intentado efectivamente fue tomado por esa interfaz informática.
¿Elon Musk tiene la culpa? Algo, pero no del todo.
Tesla es posiblemente la marca que inició la tendencia de incorporar pantallas táctiles de gran tamaño para ajustar todas las funciones del coche. Esto puede justificarse porque sus coches cuentan con el extremadamente avanzado sistema de asistencia a la conducción AutoPilot. Pero hasta que los coches autónomos se conviertan en una realidad demostrando que son absolutamente seguros, el uso de pantallas mientras se conduce sigue siendo un gran peligro.
Un buen punto de partida es plantearnos, al menos, si las pantallas de los coches deberían tener ese tamaño. Normalmente, es aconsejable una sola pantalla táctil central de 6 o 7 pulgadas, compatible con los servicios tradicionales como Android Auto o Apple Car. Eso ofrece una sensación más segura y confiable al conducir.
Los botones físicos son más seguros para los conductores…
Puede que el principal beneficio de seguridad de los controles físicos del automóvil es que se pueden operar sin mirar, pero esa no es la única razón por la que son más seguros que las pantallas táctiles. Podemos recordar fácilmente las posiciones de los botones y operarlos rápidamente porque en ningún caso van a moverse. Lamentablemente, la actualización de las interfaces virtuales obliga a revisar la pantalla al operar.
Un estudio de IAM RoadSmart, una organización independiente de seguridad vial con sede en Reino Unido, asegura que el uso de pantallas digitales y los protocolos Apple CarPlay y Android Auto crea más peligro que un conductor borracho. El tiempo de respuesta con las pantallas aumenta un 57%, y con el alcohol lo hace «sólo» un 12%.
El informe, realizado con la ayuda de TRL, la FIA y el Fondo Rees Jeffreys Road, detalla que algunos conductores quitan la vista de la carretera hasta 16 segundos cuando interactúan con estas pantallas. Viajando a 110 km/h, significa que han apartado sus ojos del camino por unos 500 metros. Suficientes para accidentarse, claro.
Las distracciones alteran las distancias de detención del vehículo y el control de la trayectoria, existiendo mayores probabilidades de invadir el carril contrario o salirse de la vía. Es allí cuando se producen casi todos los accidentes.
… y las nuevas normativas limitan los coches con pantallas táctiles
Como evidencia definitiva de todo esto que comentamos, las normas Euro NCAP van a exigir que a, partir de 2026, todos los vehículos tengan menos pantallas táctiles para obtener una calificación de 5 estrellas en seguridad.
Intentan animar a los fabricantes de coches a recurrir a controles físicos para acciones como los limpiaparabrisas o las luces de giro. Aunque esas normas no se aplicarán en regiones fuera de Europa de momento, es un hecho que terminarán afectando al diseño de los automóviles. Es decir una buena noticia para quienes priorizan su seguridad.