Quizás no los conocieras hasta hace poco, pero HEVC y HEIF son códecs que utilizan técnicas de compresión para mejorar la calidad de video e imagen en diversos equipos. Si no puedes abrir estos archivos como sueles hacerlo, aquí enseñamos para qué sirven y cómo instalar los códecs HEVC y HEIF en Windows 11. ¡Son cinco minutos!
El caso es que demasiados usuarios no saben cuáles son los pasos a seguir para instalar estos códecs, y acaban resignándose a no poder abrir los archivos que dependen de ellos en sus dispositivos. La idea es que éste no sea también tu caso, y que efectivamente puedas abrir esos archivos y ver sus contenidos siempre que quieras.
¿Hace falta pagar por el soporte HEVC/HEIF en Windows? ¡NO!
Antes de entrar en los detalles del proceso de descarga, lo primero que debemos decir es que los nombres que llevan estos estándares pueden ser un poco confusos. Es indispensable una explicación, al menos con los datos básicos:
- HEVC (High-Efficiency Video Coding o H.265) es un códec de vídeo que contempla diversos formatos
- HEIC (High-Efficiency Image Container) es un códec de imagen que se asocia con el formato HEIF
Muchas veces, los códecs necesarios para ver contenidos HEVC/HEIF estarán preinstalados en Windows 11. Lamentablemente, eso no significa que siempre sea así. En ocasiones tendrás que encargarte tú mismo de ello. Instalar los códecs manualmente no es una tarea compleja, pero los usuarios tienden a quedar perplejos al saber cuánto deberían pagar por la instalación. Sí, en los Estados Unidos, y otros países, estos códecs son pagos.
La cuestión es que estos códecs tienen costos de licencia asociados y Microsoft cobra a los usuarios por usarlos. Básicamente, habrá circunstancias en las que no sólo no tendrás los códecs instalados por defectos sino que, además, te toparás con que debes pagar por ellos para usarlos. ¿Qué se supone que hagas en tal caso?
Alternativas de compatibilidad con los archivos HEVC/HEIF
Si no tienes intención de pagar por estos códecs, algo totalmente comprensible, aún puedes utilizar programas que los incluyan de forma gratuita o bien instalar paquetes de códecs que los incluyan. Lo interesante es que así no tendrás que estar destinando dinero a algo que debería ser accesible gratis. Veamos qué opciones tenemos.
VLC Player (web oficial)
VLC es un completísimo reproductor multimedia que incluye compatibilidad con HEVC/HEIF en su software. Descarga e instala VLC y podrás ver videos H.265 desde la aplicación sin tener que instalar códecs por tu cuenta. Asimismo otros reproductores multimedia, como DivX y mpv, incluyen compatibilidad gratuita con estos formatos.
GIMP (web oficial)
Te explicamos cómo instalar GIMP en Windows exitosamente y, una vez que lo hayas hecho, con el editor de fotos gratuito de código abierto podrás abrir cualquier imagen. Incluyendo, por supuesto, los archivos en formato HEIF.
Códecs K-Lite (web oficial)
Puede que no sólo te falten estos códecs sino otros varios, y si esa es tu situación nada supera a Códecs K-Lite. Hablamos de un paquete de códecs que integra los más buscados por los usuarios, y si bien hay diversos planes disponibles la mayoría se quedan en el plan estándar. Eso sí, debes estar atento durante el proceso de instalación para asegurarte de que no se instalen automáticamente programas no deseados que suelen formar parte del pack.
No descartes tampoco convertir los archivos a otro formato
Si las soluciones anteriores no acaban de convencerte, o sólo te has topado una vez con este problema de códecs, puedes salir del aprieto con un convertidor de formatos. Existen numerosos programas de escritorio y en línea que convierten los formatos en pocos segundos, por lo que deberías buscar el que mejor pueda resolver tus inquietudes. De este modo, ya no requerirás de instalar los códecs HEVC y HEIF en Windows.
De todas maneras, como otros formatos de archivos son más pesados que éstos, nuestra recomendación es que descargues e instales los códecs HEIF/HEVC, ya sea a través de otras aplicaciones o vía paquetes de códecs, reduciendo así el espacio de almacenamiento que ocupan tus vídeos e imágenes. ¡Tu disco lo agradecerá!
De hecho, puedes comprimir tus vídeos a formato HEVC para reducir el espacio que ocupan en tu PC.
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