Meta, la compañía matriz de Facebook, Instagram y Threads, está modificando profundamente sus políticas de gestión de contenido al comenzar a permitir una mayor libertad de expresión.
Mark Zuckerberg, CEO de Meta, detalló en un vídeo una serie de cambios destinados a reducir la censura y priorizar la libertad de expresión. Estas medidas abarcan desde la eliminación de verificadores externos hasta cambios en las políticas de moderación, en un intento de adaptarse a un entorno cultural y político cada vez más exigente.
Meta y X comienzan a parecerse
Uno de los principales cambios anunciados es la suspensión del programa de verificación de datos por parte de terceros, reemplazado ahora por notas comunitarias. Este modelo, inspirado en el sistema de X, pretende reducir los sesgos al requerir consenso entre usuarios con distintas perspectivas antes de etiquetar publicaciones con otra información.
Según Zuckerberg, los verificadores externos han causado más desconfianza de la que resolvieron, complicando la relación entre Meta y sus usuarios.
La empresa también simplificará sus políticas de contenido, dejando de lado restricciones en temas como inmigración y género, áreas que Zuckerberg calificó como «desconectadas del discurso público actual«. Esta flexibilización responde al objetivo de fomentar un entorno más inclusivo para compartir ideas, eliminando barreras que, según él, silenciaban voces disidentes.
Otro aspecto es el reajuste de los filtros automatizados de contenido. En vez de escanear publicaciones en busca de cualquier infracción, Meta abordará sus esfuerzos en graves violaciones e ilegales, como actividades terroristas, explotación infantil, fraude y narcotráfico. Las infracciones menores dependerán de denuncias realizadas por los usuarios antes de que la empresa actúe.
¿Motivos de política?
El regreso del contenido político, eliminado en 2021 por preocupaciones relacionadas con la desinformación, también forma parte del rediseño. Zuckerberg dijo que Meta trabajará para garantizar que las conversaciones políticas sean productivas y positivas, un objetivo que busca equilibrar el debate público sin volver al anterior caos informativo.
Al mismo tiempo, Meta trasladará sus equipos de moderación de contenido y seguridad de California a Texas y otras localizaciones en Estados Unidos para reforzar la confianza al ejecutar estas labores en regiones percibidas como menos propensas a sesgos ideológicos.
En el ámbito internacional, Zuckerberg también comentó las crecientes dificultades que enfrentan las empresas tecnológicas en Europa y otros mercados debido a nuevas leyes de censura. Señaló a países como China y ciertos tribunales en América Latina por su presión para imponer restricciones que complican la innovación tecnológica.
La renuncia de Nick Clegg, exviceprimer ministro del Reino Unido y presidente de asuntos globales de Meta, ha sido otro suceso en el contexto de estos cambios. Su reemplazo, el republicano Joel Kaplan, junto con la incorporación de Dana White, director ejecutivo de UFC, al directorio, marcan una importante reestructuración en los altos mandos de la empresa.
Finalmente, Zuckerberg dijo que, aunque Meta ha tenido en el pasado una tensa relación con Donald Trump, trabajará estrechamente con su administración para contrarrestar la presión de gobiernos que buscan mayores controles sobre las plataformas estadounidenses.