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La realidad realidad de Barcelona como ciudad refugio para startups de software espía (spyware)

La ciudad de Barcelona, tradicionalmente reconocida por su patrimonio cultural y atractivo turístico, está teniendo una nueva reputación como centro de operaciones para startups vinculadas a la vigilancia digital. Estas empresas, especializadas en el desarrollo de programas espía -también conocidos como software spyware– y herramientas de ciberseguridad ofensiva, están situando a Barcelona bajo la mirada ética y regulatoria.

Crecimiento de un sector opaco

Tal como detalla TechCrunch, en los últimos años, varias startups de programas espía han comenzado a asentarse en Barcelona. Entre ellas nombran a Palm Beach Networks, Epsilon y Paradigm Shift. Estas empresas comparten un denominador común: su conexión con expertos que antes trabajaron en startups sancionadas por actividades relacionadas con software spyware. Además, estas compañías suelen operar bajo un manto de secretismo, con prácticas que incluyen frecuentes cambios de nombre y complejas identidades corporativas que dificultan su rastreo.

Un caso revelador es el de un investigador de seguridad israelí que participó en un proceso de selección para una de estas empresas. Según su testimonio, la experiencia estuvo plagada de irregularidades, como la negativa a proporcionar información básica sobre la empresa, la omisión de nombres completos de empleados y un entorno que generaba desconfianza. A pesar de las suculentas ofertas salariales, este experto decidió no unirse, comparando la situación con los problemas legales y éticos que enfrentaron antiguos empleados del controvertido NSO Group.

Factores que convierten a Barcelona en un imán para estas empresas de software espía

Como bien explica TechCrunch, el atractivo de Barcelona para las startups de vigilancia digital no se limita a su clima y estilo de vida. Existen razones más pragmáticas que explican esta concentración:

  1. Comparado con Israel, donde las restricciones sobre la exportación de software espía han aumentado, Europa ofrece un entorno más permisivo.
  2. Para los empleados israelíes, Barcelona se concierte en un destino accesible y cómodo en términos de adaptación.
  3. Además, la falta de transparencia en las operaciones de estas empresas encaja con el carácter más relajado de la regulación local.

Alarmas sobre el uso y abuso de estas tecnologías

Natalia Krapiva, abogada de Access Now, ha alertado sobre el riesgo de que una ciudad europea albergue desarrolladores de programas espía, argumentando la relación directa entre estas tecnologías y violaciones de derechos humanos.

Por su parte, John Scott-Railton, investigador del Citizen Lab, ha advertido que este fenómeno podría extender el uso indebido de estas herramientas a países aliados y ciudadanos europeos, amplificando problemas ya documentados en lugares como Grecia, Hungría y Polonia.

La presencia de Palm Beach Networks y otras similares compañías también recuerda los recientes escándalos relacionados con Pegasus en España.

Aunque Barcelona también alberga startups dedicadas a sectores tradicionales, esta tendencia crean oportunidades económicas y laborales; pero, por otro, suscitan temores sobre la privacidad y el potencial abuso de poder. Por ahora, la ciudad sigue siendo un refugio para un sector que opera en la delgada línea entre la seguridad y la vigilancia indiscriminada.


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