Anoche, el precio del token OM (Mantra) se vio envuelto en un drástico colapso, pasando de un valor cercano a los 6,33 dólares a situarse en torno a los $0,72 dólares en el momento de publicar este artículo, pero llegó alcanzar los $0,39 en cuestión de pocas horas, lo que representó una caída de casi el 94%.

Observando más de cerca lo sucedido, durante tan solo 90 minutos se registró un descenso vertiginoso que provocó la eliminación de unos 5200 millones de dólares de la capitalización de mercado, ocasionando comparaciones inmediatas con otros anteriores colapso, como el de Terra LUNA y FTX en 2022.
El colapso dejó una estela de liquidaciones que sumaron 68,86 millones de dólares en apenas unas horas, afectando primordialmente las posiciones largas, que acumularon pérdidas cerca de 49,68 millones, mientras que las posiciones cortas sufrieron recortes por 19,18 millones, de acuerdo con datos ofrecidos por Coinglass.
El miedo se agravó cuando se empezó a sospechar de ciertas presuntas operaciones de tráfico de información privilegiada durante las transferencias del token OM, llegando algunos a afirmar que el equipo posee el control del 90 % del suministro total de OM y podría haber coordinado intencionalmente la venta masiva.
Datos y análisis del colapso de OM
Un informe publicado por SpotOnChain reveló que un grupo de grandes inversores movilizó 14,27 millones de OM -equivalentes a unos 91 millones de dólares- en OKX tres días antes de la caída, con un precio promedio de 6,375 dólares. Anteriormente a este movimiento, otras operaciones realizadas conjuntamente en Binance, se adquirieron 84,15 millones de OM, valorados en 564,7 millones de dólares a un precio medio de 6,711 dólares en el pasado mes de marzo.
Aunque el saldo restante de 69,08 millones de OM se desplomó hasta alcanzar los 62,2 millones de dólares, SpotOnChain consideró posible que estas ballenas hayan cubierto su posición en otros mercados, contribuyendo a la magnitud del descenso.
Por otra parte, Lookonchain dijo que al menos 17 direcciones realizaron una transferencia masiva de 43,6 millones de OM -equivalente a 227 millones de dólares en el momento de la transacción- a varios intercambios, representando casi el 4,5 % del suministro total en circulación. Dos de estas billeteras se vinculan directamente con Laser Digital, un inversor del proyecto.
Palabras oficiales
El miedo se apaciguó un poco cuando el equipo a cargo de Mantra respondióasegurando que la estructura subyacente del proyecto se mantiene sólida y desmintiendo que las recientes caídas guarden relación alguna con la dirección interna del mismo.
Según declaraciones emitidas a través de la cuenta oficial en X, los movimientos bruscos observados se debieron, en opinión de los responsables, a imprudentes liquidaciones ocasionadas por un gran inversor que se vio forzado a deshacerse de una considerable cantidad de activos, situación que contribuyó a un episodio de masiva liquidación forzosa.
John Patrick Mullin, CEO del proyecto, puntualizó que la responsabilidad de estos hechos no recae sobre la administración de Mantra y se comprometieron a llevar a cabo una investigación detallada para arrojar luz sobre lo acontecido.
Perspectivas del precio de OM
En cuanto a indicadores técnicos, el análisis del Índice de Fuerza Relativa (RSI) evidenció una situación de sobreventa en el gráfico diario, mientras que la Convergencia-Divergencia de la Media Móvil (MACD) confirmaba la persistencia de una tendencia bajista con un registro de -0,3007.
Anteriormente, el token alcanzó un máximo histórico de 9,04 dólares en febrero y había experimentado un incremento del 60 % en lo que va del año antes del desplome registrado el domingo. En estos momentos, OM se cotiza a 0,72 dólares, mostrando una sustancial pérdida del 88% si se compara con las anteriores 24 horas.
Los próximos días serán determinantes para determinar el rumbo del valor del token, lo que motiva tanto a inversores como a observadores a seguir de cerca los informes y declaraciones que se vayan emitiendo sobre la situación, sobre todo en medio de acusaciones de coordinación interna en la venta y posibles vulnerabilidades estructurales del suministro.
Al final, aunque la situación pueda parecer de lo más enredada, hay quienes dicen “tranquilo, que de las malas se aprende”, sin embargo, en un mercado donde ya se han visto situaciones similares y la recuperación rara vez ha sucedido, los inversores de OM se temen lo peor.