Klipsch Heresy IV

Nueva versión del mítico altavoz artesanal Klipsch Heresy IV

Desde 1957, el altavoz Heresy IV ha sido un producto emblema fabricado por Klipsch, reconocida por sus productos de sonido de alta calidad. Este icónico altavoz, originalmente con tres vías y canal central, fue diseñado para acompañar al Klipschorn, un sistema de altavoces reconocido por su caja acústica y su capacidad de brindar un sonido envolvente en sistemas estéreo de tres altavoces.

Durante tiempo, el Heresy IV se ha sido actualizado para adaptarse a las nuevas exigencias, y con la versión más reciente añade un puerto bass réflex trasero. Este puerto -o conducto-, situado en la parte trasera, está diseñado para mejorar la emisión de frecuencias bajas. En otras palabras, el puerto permite una transmisión más eficiente de los sonidos graves, ampliando la respuesta de baja frecuencia en casi 10 Hz.

puerto bass réflex

Además, estos puertos se benefician de la geometría Tractrix, un diseño curvilíneo que optimiza el flujo de aire. Esta forma matemática facilita una salida de aire rápida y ordenada, reduciendo el ruido que se produce por el turbulento movimiento del aire en esas frecuencias más intensas. Y cuenta con surcos internos a medida colaborando en la reducción de turbulencias.

Por otro lado, el altavoz cuenta con una compleja red de componentes: compresión de rango medio K-702, que utiliza un diafragma de poliamida acoplado a la bocina K-704 con diseño Tractrix, y un tweeter de diafragma de titanio K-107-TI que se complementa con un difusor de fase de alta dispersión.

Klipsch Heresy IV

Gracias a esta configuración se consigue que las frecuencias medias y altas se repartan homogéneamente. Y junto con los graves más precisos y limpios que proporcionan el bass reflex y Tractrix, hacen la combinación perfecta para que el contenido multimedia se reproduzca con una fidelidad y claridad inigualable.

Los recintos del altavoz se elaboran con un cuidado meticuloso, extendiéndose incluso a la elección de los materiales: se ofrecen distintos acabados en maderas nobles como cerezo natural, roble envejecido, nogal americano o fresno negro satinado. Los bornes de conexión, chapados en oro, están diseñados para cableado dual y bi-amplificación.

Al mismo tiempo, el Klipsch Heresy IV se acompaña de una inclinada base vertical, pensada para su colocación en el suelo, aunque puede retirarse si se desea. Disponible en la gama Heritage de Magnetron, y fabricado por encargo con un tiempo de espera de ocho semanas, lo convierte en una pieza exclusiva para verdaderos sibaritas del sonido. Con un precio recomendado de 5000 euros la pareja, este altavoz se reserva para aquellos conocedores que aprecian cada detalle técnico y artesanal, sin esperar atajos en cuanto a calidad se refiere.


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