En Julio de 1969 Neil Armstrong se consagró como el primer hombre en pisar la luna y su frase célebre fue: “Este es un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”. Palabras que quedarán en la memoria de todos los que vieron por televisión aquel evento mundial.
Probablemente, todas las personas quisieran que su primera frase fuera de esa magnitud, sin embargo, los creadores de las nuevas tecnologías han tropezado en ese sentido porque sus primeros mensajes dejan mucho que desear. Quizás porque nunca imaginaron la magnitud de lo que estaban creando.
“Configurando mi Twitter”, fue lo primero que escribió Jack Dorsey aquel 21 de marzo del 2006. Probablemente si hubiese sabido la magnitud que esos 23 caracteres tendrían en un futuro, otro hubiese sido el texto.
Por su lado, el primer video subido a YouTube fue con la imagen de su fundador, Jawed Karim, y unos elefantes detrás de él. “Muy bien, aquí estamos enfrente de los elefantes” fue una de las frases de ese video de 18 segundos de duración.
Otro que no quedará en la historia por sus primeras palabras será Martin Cooper, quien realizó la primera llamada telefónica desde un dispositivo móvil un 3 de abril de 1973. “Te estoy llamando desde un teléfono móvil, de mano, portátil”, dijo y del otro lado hubo un silencio largo por alguien que no supo contestar.
Por último, el primer correo electrónico enviado constaba con las siguientes letras sin sentido: “QWERTYUIOP”, el orden de las letras que se encuentran en la parte superior del teclado.
Recordar estos mensajes lanzados por simples personas que proyectaron una iniciativa la cual hoy es un éxito, demuestra que todo puede empezar con muy pocas palabras y muchas buenas intenciones.