Ser en proveedor de cualquier administración pública no sólo garantiza un buen ingreso monetario sino que además confiere prestigio y reconocimiento, posibilitando atraer a clientes importantes. Es por ello que causa también enemistades y conflictos entre las empresas. Es así, que Microsoft y Google han comenzado una batalla en Estados Unidos.
Todo comenzó cuando el gobierno de este país norteamericano adjudicó a Microsoft la utilización de Office 365 en todos los departamentos del gobierno federal, lo cual generó algo de descontento en Google quien pretendió exigir un sistema de licitación abierta. Desde Google afirmaron que Google Apps también cumplía con los estándares de seguridad solicitados.
Pero el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que esto no era cierto y que Google había mentido acerca de sus certificaciones de seguridad, por lo que no contaban con un producto seguro.
Desde el departamento legal de Microsoft denunciaron que Google engañaba a sus clientes al dar garantía de seguridad de sus programas para gobiernos cuando esto era falso.
Google ya había iniciado una demanda por considerar que fue marginada de modo irregular en la competencia de una contratación del Departamento del Interior para implantar un nuevo sistema de correo electrónico para 85.000 empleados.
Desde Google afirmaron que: «No hemos engañado al tribunal ni a nuestros clientes, Google Apps recibió autorización de FISMA en julio de 2010 y Google Apps for Government es el mismo sistema con controles de seguridad perfeccionados que van más allá de los requisitos de FISMA».
mmmm bueno yo le voy a MICROSOFT