Esta función es aprovechada por muchos para saber su ubicación en el mapa y para usar en aplicaciones como Foursquare (la cual permite compartir mediante una red social la ubicación del usuario), entre otras cosas, pero debido a la polémica ocasionada al salir al público la noticia de que iPhone, Android y Windows Phone almacenaban datos de localización de los usuarios, los estados y autoridades han puesto manos a la obra para velar por la seguridad de sus ciudadanos.
En Europa, un dictamen por las autoridades responsables de protección de datos ha establecido que este tipo de aplicaciones deberían estar apagadas de forma predeterminada en los dispositivos móviles. La Agencia de Protección de Datos Española (AEPD) ha sido la encargada de dar a conocer este dictamen y según reconoceel escrito también requerirán una función para que el usuario de consentimiento informado o específico cada vez que la geolocalización pretenda activarse.
Esto incluye también que el público que no disponga de conocimientos técnicos debería recibir información clara, completa y comprensible sobre este tipo de servicios y conocer sus riesgos para la privacidad del usuario.