En los pasados días la Universidad de Ulm en Alemania ha declarado que los móviles con sistema operativo Android al estar conectados a una red Wi-Fi desprotegida o sin seguridad, son vulnerables a ataques maliciosos de usurpación de datos ya que el archivo de sistema donde se almacenan estos no se encuentra encriptado.
Según los de la universidad, el 99 por ciento de los dispositivos Android con su versión de sistema operativo 2.3.3 y anteriores, son vulnerables a estos ataques al conectarse a una red libre como la de una cafetería o una universidad. Google ya ha resuelto este problema y se ha pronunciado al respecto para anunciar que con su nueva actualización a Gingerbread 2.3.4 este problema ya no estaría presente, pero debido a la fragmentación que existe en la popular plataforma, la mayoría de los móviles siguen en otras versiones, por ende, siguen desprotegidos.
Es por esto que la empresa del motor de búsquedas más famoso del mundo ha anunciado que en los próximos días lanzará un parche de actualización automática que protegerá al resto de los terminales que posean versiones antiguas del software.