Para un humano el completar una tarea con variantes no supone ningún esfuerzo, nosotros podemos llenar un vaso de agua desde una botella y si nos piden que la enfriemos, sabemos que hacer. Pues bien, esto es lo que se le pide al robot del video, el «sabe» (está pre-programado) llenar una botella pero cuando lo va a hacer le dan la orden para que la enfríe. El robot se detiene y piensa qué hacer, cuál es el siguiente paso. Se da cuenta de que no puede coger el hielo si tiene las manos ocupadas, razona que el vaso es más importante que la botella así que la deja reposar, luego toma el hielo y lo pone en el vaso. Así el robot ha aprendido a enfriar el agua del vaso.
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Esto es lo que han hecho los investigadores del Hasegawa Group del Instituto Tecnológico de Tokio, un robot que aprende cosas nuevas y se adapta a nuevos ambientes. Es un gran paso en la inteligencia artificial que hasta ahora «solo» había conseguido que un robot consiguiera hacer una tarea programada con gran precisión.