Desde hace varios años la organización internacional SATA, cuyas siglas significan «Serial Advanced Technology Attachment«, se ha encargado de determinar estándares de conectividad para la transferencia de datos entre la placa base de un ordenador y algunos dispositivos de almacenamiento, siendo sus tipos de conectividad los más utilizados para los disco duros de tipo HDD.
Pero esta vez la SATA IO ha querido llegar más lejos, al haber anunciado dos nuevas normas las cuales ha desarrollado con la intención de aprovechar toda la velocidad 
en transferencia de datos que ofrecen las nuevas unidades de disco sólido, llamadas por sus siglas SSD.
Estas normas llevan por nombre SATA Express (SATAe) y MicroSSD. La primera se trata de una norma para integrar las conexiones de tipo PCI Express con los estándares SATA para elevar las velocidades de conexión SSD en PCIe. La segunda ofrece la peculiaridad de eliminar el conector SATA de los discos SSD, para permitir así a los fabricantes integrar en la propia placa la unidad SSD, como ya ha sido adoptado por Sandisk en sus discos integrados iSSD.