El Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia ha hallado por primera vez bacterias que usan el hidrógeno como fuente de energía para producir materia orgánica, comunicó ayer un portavoz.
La investigación ha sido hecha en conjunto por el instituto alemán Max Planck y la Universidad de Harvard de Estados Unidos en este centro francés y sus resultados aseguran «perpectivas interesantes» (como ellos mismos dicen) si hablamos de biotecnologías y energías renovables. La investigación ha sido publicada en la revista científica Nature.
Estas bacterias fueron encontradas a 3.200 metros de profundidad en el campo de Logatchev de la dorsal medio-atlántica, una cordillera submarina ubicada entre el Caribe y las islas africanas de Cabo Verde. Estos organismos viven allí en simbiosis con bancos de mejillones y consumen hasta un 50% del hidrógeno liberado.
Que haya unas bacterias con estas características es interesante ya que la productividad del hidrógeno como fuente de energía es hasta 18 veces más grande que el metano o el sulfuro de hidrógeno. De las dos últimas fuentes de energía ya se conocían bacterias que se alimentaran de ellas.