Los más grandes éxitos en tecnología y entretenimiento provienen de ideas simples bien desarrolladas; prueba de aquello es Angry Birds. Los pájaros furiosos han atacado por todo mercado posible, siendo sus descargas totales de 350 millones desde su lanzamiento en diciembre de 2009; es también igual de increíble pensar en que los usuarios totales de éste adictivo juego le dedican 300 millones de minutos ¡al día!. Vaya que hay desempleo y tiempo de sobra. Cada trimestre el número de descargas se triplica, por lo que sin hacer mucho ruido en la escena, Angry Birds sigue camino a la cima, y piensa quedarse allí por mucho tiempo.
Pero Rovio, la compañía desarrolladora del juego, no solo percibe grandes ingresos por el entorno virtual en sí, sino que la mercancía como peluches y camisetas reportan millonarios ingresos a dicha empresa. Hace unos meses atrás, se comunicaba que habían sido vendidos 3 millones de juguetes de peluche en total, pero en los últimos meses la demanda ha sido tal, que sus ventas se han visto multiplicadas hasta la increíble suma de 1 millón de peluches mensuales. Con las camisetas ha sucedido una situación similar, ya que hoy en día se venden 1 millón de camisetas por mes.
Se anuncia también la posibilidad de la creación de un film sobre las vengativas aves, la cual podría ser producida de forma interna, ya que Rovio adquirió el estudio de animación llamado Kombo, de origen finlandés. También se presume que Angry Birds estará disponible en Kindle muy pronto, ya que Amazon y Rovio colaboran directamente en la distribución de Angry Birds Río.
Una franquicia en exceso rentable, y que si tú o yo hubiésemos sido los autores intelectuales de aquel proyecto, jamás hubiéramos pensado alcanzar tales resultados, ya que se veía que sería un éxito, pero no un multimillonario éxito. Así que tenemos Angry Birds y sus pájaros de hígado alterado para rato.