Ciertamente este país asiático tiene la fama, lamentablemente, de ser cuna de una gran cantidad de falsificaciones de diferentes productos electrónicos, algunos vendidos como productos de imitación, otros haciéndose pasar por auténticos en el mercado, engañando a compradores con poco conocimiento de lo que están adquiriendo.
El iPhone, al ser el móvil inteligente más vendido del mundo, no podía escaparse de tener sus hermanos falsos en China, pero el día de hoy el cuerpo de policía de la ciudad de Shanghai ha arrestado a cinco personas que han sido acusadas en participar en una muy sofisticada red de falsificaciones de dispositivos móviles de Apple, 
específicamente su terminal estrella, los cuales utilizan piezas auténticas para darle aún semejanza a sus falsificaciones.
Según declaraciones de la policía de esta ciudad, el costo de producción de estos iPhone piratas es de alrededor de 2.000 yuanes, o al cambio unos 229 euros, los cuales luego son vendidos por apenas cientos de yuanes menos que lo que costaría un iPhone real y al comprador a no ser conocedores de estos dispositivos, caen en el engaño. Esperemos que la policía continúe desmantelando bandas de este tipo que engañan a usuarios que buscan calidad y no piratería.
La mayor parte de las falsificaciones chinas son de pésima calidad y el comprador no es engañado. Simplemente quiere aparentar tener un producto que no está dispuesto a pagar y se conforma con un producto pésimo de imitación.