Samsung Electronics no pudo esperar un minuto más antes de lanzarse a un nuevo ataque contra el nuevo dispositivo de Apple, el iPhone 4S, que apenas ayer por la tarde era presentado por Tim Cook, nuevo CEO de Apple, y que a su misma vez decantaba a muchos de sus fanáticos que esperaban las nuevas mejoras en cuestión de diseño y exterior. Así se abre el telón para un nuevo episodio de la ya famosa «guerra de patentes móviles«, protagonizada por Samsung y Apple, y secundadas por algunas otras fabricantes o desarrolladoras, según sea el caso, que vienen también participando en litigios en diversas partes del mundo.
Esta vez las acusaciones legales se harán en los tribunales de París y Milán, con la abierta intención de prohibir la venta del iPhone 4S en territorio francés e italiano, lo cual será llevado a tribunales de otros países según como se desenvuelva el caso en ambos territorios previamente.
El argumento de la denuncia, la violación por parte de Apple en cuestión de las conexiones y transmisión de datos en los estándares WCDMA. Una guerra que no tiene cuando acabar, y que Samsung realmente lleva ya a niveles impensados y algunas veces absurdos, como el planteado sobre los diseños del iPad y las tabletas aparecidas en la película de Stanley kubrick «2001: Odisea en el espacio», realizada décadas atrás. Seguiremos al pendiente de su ridículo a nivel público.