Desde hace algunos años, la que fue la principal compañía fabricante de teléfonos móviles durante la primera mitad de la década pasada, es decir Nokia, viene sufriendo y luchando por recuperar algunas posiciones, ya que sus competidoras no le dan cuartel en lo absoluto. Las esperanzas de la compañía nórdica se basan en dos puntos, su acuerdo con Microsoft para el impulso mutuo de sus equipos y del sistema operativo móvil Windows Phone, y su apuesta por celulares de gama media, enfocándose en consumidores que no buscan ni requieren tecnología de punta, sino algo más al alcance de sus bolsillos, un sector de consumidores que realmente venía algo abandonado debido a la carrera de las compañías fabricantes por ver cual es la mejor en tema de innovación de dispositivos.
Aparentemente sus estrategias van mostrando resultados, ya que la finlandesa obtuvo perdidas operativas mucho menores en el pasado trimestre con relación a los anteriores, llegando a una cifra redonda de 71 millones de euros, lo cual tuvo como resultado la subida de las acciones de la compañía en un 10% por el buen augurio.

Habrá que ver las novedades de la compañía en la convención Nokia World que tendrá lugar en unos días más en la ciudad de Londres, donde también se mostrarán los nuevos dispositivos con Windows Phone, incluido seguramente el tan sonado Nokia Sea Ray. Veremos.