Horas y horas hemos pasado frente a una pantalla, jugando algunos vídeojuegos con retos bastante difíciles de superar, desespero y hasta molestia de no poder vencer al Boss de algún calabozo de The Legend of Zelda, o de ser derrotado en esa pista de F-Zero X que parece nunca podremos vencer, pues según un estudio, esa misma sensación de derrota hace que el jugador a la final sufra más adicción por los vídeojuegos que alguien que no pierda.
Según una larga investigación de Universidades en Francia, Bélgica, Inglaterra, Alemania, Irlanda y Canadá, la cual ha dado como resultado un estudio que han publicado en el último número de la Transnational Psychiatry, aseguran que los que más juegan a los vídejueos sienten más placer, y este placer los hace más adictos.
Además de esto, la frustración que pueda sentir un gamer al momento de perder una partida es similar al impulso que luego de esto sentirá para jugar más, por lo que el hecho de que pierda lo hace aún más adicto, aunque pareciera todo lo contrario y que está a punto de rendirse, pues esto a la final no es así. Curiosos datos que seguro más de uno al leer esto se sentirá identificado.