Algo bastante sorpresivo ha sucedido hoy en el Senado de los Estados Unidos, y es que los senadores Joe Baca (Demócrata) y Frank Wolf (Republicano) han propuesto que las cajas de los vídeojuegos lleven advertencias de ser nocivos para la salud, al mismo estilo que desde hace un par de años las llevan las cajas de cigarrillos.
Según mencionan, las advertencias notificarían al comprador o en dado caso a los padres del jugador que el juego que planean adquirir son o no causantes de comportamiento violento (aunque hasta ahora no hay ningún estudio concreto que demuestre esto), por lo que exigen que juegos como GTA, Max Payne, Gears of War y 
muchos otros que han mencionado, coloquen en sus cajas un mensaje como, «Advertencia: la exposición a vídeojuegos violentos ha sido vinculada a comportamiento agresivo«.
Y es que aseguran que la industria del vídeojuego tiene la responsabilidad ante los padres, familias y consumidores, por lo que deben reportar que el contenido violento de sus títulos pueden ser nocivos para la salud mental del jugador. Hasta ahora la ESRB (organismo encargado de calificar los juegos) coloca restricciones por edad e indica en pequeños mensajes si hay contenido violento o lenguaje explícito, sin embargo los senadores exigen mensajes mucho más grandes.