Dos nuevas plataformas y de las más utilizadas para compartir y descargar archivos han caído, al menos en gran parte, en lo que parece ser un efecto dominó iniciado por el cierre de la tan popular Megaupload. Esta vez se trata de las conocidas FileServe y Wupload que si bien no han cerrado como servicio, ya no permiten compartir archivos en la web, por lo que quizás hayan perdido su principal propósito de uso por los usuarios.
Y es que según anuncian ambas plataformas desde el día de hoy, ahora sus suscriptores podrán subir y almacenar archivos en la web para acceder a ellos en cualquier momento, pero solamente ellos podrán acceder a sus propios archivos, es decir, ahora sus funciones se limitan a ser un respaldo personal, no para compartir esos archivos ni nadie más podrá descargarlos.
Por supuesto, esto ha tenido como consecuencia que el tráfico de datos a través de ambos servicios haya disminuido increíblemente, y suman así dos más a una lista de plataformas de descargas directas que caen ante las amenazas de Hollywood y sus demandas contra la piratería, la «no tan extinta» Ley Sopa y el miedo a la cárcel. Por los momentos RapidShare es el único que parece sobrevivir a esta ola de muertes, aunque su servicio cuenta con una calidad pésima para los usuarios gratuitos.