Sin duda alguna este ha sido un año muy duro para la gigante nipona de los vídeojuegos, ya que por primera vez en mucho tiempo han anunciado pérdidas considerables, con exactamente 459.5 millones de dólares en números rojos en sus cuadernos, por lo que se podría decir que es una de las peores épocas de la empresa.
Y es que el lanzamiento de la nueva consola portátil de vídeojuegos 3DS, la única en el mundo capacitada para reproducir imágenes estereoscópicas sin necesidad de gafas especiales, no ha sido para nada beneficioso, ya que tuvo una muy mala recepción en su primer mes por lo que tuvieron que bajar el precio desde los 250 dólares hasta los 169.99 dólares, algo que impulsó sus ventas a enormes escalas, pero suponiendo pérdidas por cada consola vendida.
Además, la consola Wii ya tiene muchos años en el mercado, por lo que un nuevo hardware es obligatorio. Sin duda Nintendo espera que con su nueva Wii U la cual saldrá al mercado a finales de este año, las cosas mejores notablemente, y ciertamente podría se así ya que hasta ahora no se conoce un competidor de nueva generación para Wii U, y en la E3 del año pasado llamó mucho la atención.