16. GIGABYTE G1.SNIPER M3. Comentarios y Conclusiones
Comentarios y Conclusiones
Placa Base MicroATX GIGABYTE G1.SNIPER M3
Después de caminar por un largo recorrido de todo este producto, no cabe duda que este análisis resulta algo distinto al que estamos acostumbrados por varios motivos…
En primer lugar, GIGABYTE ha centrado su atención en el entorno gamer con su Serie G1, equipando sus modelos con rasgos más o menos agresivos, al igual que los nombres empleados para diferenciarlas, usando además disipadores pasivos como cargadores de balas, o incluso una pistola, armados en la propia placa base, dándoles un aspecto claramente diferenciador. Su aspecto es algo que llama la atención.
El modelo G1.SNIPER M3 es, por ahora, la única placa base formato microATX de la Serie G1 de Gigabyte. Por ello, esta placa base se merece cierto mimo; no es extremadamente exigible que cumpla el máximo respecto a lo que en rendimiento se refiere.
Al observar la presentación y el empaquetamiento, no cabe duda que va encaminado al ámbito para jugadores. El propio embalaje deleita en este sentido, incluyendo en su interior hasta un poster a doble cara y vinilos adhesivos para forrar la torre, todo ello referido al motivo G1 Killer de Gigabyte. Adjunta además 4 cables SATA y un puente SLI (para CrossFireX hace falta adquirir otro por separado).
Por otro lado, y viendo las características de la placa base, Gigabyte se ha tomado su tiempo y esfuerzo para clasificarlas dentro de un grupo orientado al jugador. Sin ir más lejos citamos las referencias:
- Super Sight (apartado gráfico)
- Super Hearing (apartado sonoro)
- Super Speed (apartado LAN)
- Super Shield (apartado de refrigeración activa)
Como se puede apreciar, estas características tienen el prefijo superlativo «súper» realzando o más bien llamando la atención, aunque quizá de súper no tengan tanto. En este caso, en el apartado gráfico nos quedamos a medio camino de ese súper, con tan solo la posibilidad de montar un CrossFire o SLI dual a 8x. No obstante, empieza a tener sentido en el momento que posibilita el poder cambiar en cada momento la salida de la tarjeta gráfica a la salida de de gráficos de la placa base, a la vez que permite mayor rendimiento que la tarjeta gráfica dedicada a través del software Lucid Universal MVP. De este modo, la configuración más aconsejable es la de emplear una sola tarjeta gráfica dedicada en el slot PCIe x16 combinada con la IGPU de un procesador compatible de tercera generación de Intel de 22nm, empleando Virtu. Hemos probado 2 tarjetas gráficas de gama media en CrossFireX, pero también las hemos probado con otras placas base más económicas obteniendo resultados similares. Los PCIe serán compatibles con el estándar 3.0.
En el apartado sonoro ese «súper» ya empieza a tener más sentido, con una circuitería y un procesador de sonido ya digno para una placa base para jugadores. Este es el aspecto que más nos ha gustado de todas las características de la placa base, ya que implica una mejora notoria en comparación a cualquier solución de Realtek. Esta característica ya fue criticada en islaBit en más de una ocasión, y que por fin deja de ser «marginada» por parte de los fabricantes de placas base en general.
En el apartado LAN no hemos tenido la ocasión de profundizar demasiado, pero no hemos notado nada destacado sobre cualquier otra placa base que tenga una conexión RJ45 a 100 o a 1000Mbps. Por último, pese a disponer de 4 conectores de 4 contactos para ventiladores, 2 de ellos son compatibles con la tecnología PWM y el resto disponen de 1 contacto de reserva cada uno. Su comportamiento se puede controlar desde la BIOS de la placa base. Es cierto que 4 conectores para una placa microATX ya es una configuración decente para refrigerar activamente cualquier equipo.
Tal como ya se ha comentado anteriormente, el resto de características son bastante comunes en todas las placas base de Gigabyte más recientes de gama media para arriba. De todos modos hace falta reseñar las mejoras que han sufrido las placas base que vienen equipadas con la UEFI BIOS, que permiten un mejor control, y más ameno, de los parámetros a cambiar en el comportamiento de la placa base, además de la tecnología UltraDurable4 de Gigabyte.
Lo peor es la limitación en la velocidad de la memoria RAM, estancada en los 1600MHz sin ocear, aunque oceable hasta los 2400MHz (este tipo de placas base deberían aceptar hasta los más de 2000MHz de forma nativa, donde la CPU y chipset tienen mucho que decir en este sentido) y siendo una placa base destinada para jugadores, 2 slots PCIe completamente funcionales a x16 compartiendo el Bus sería lo más razonable. Quizá, en lugar de buscar más variedad ofreciendo un modelo microATX, sería una buena idea que Gigabyte ofreciera placas base ATX de este mismo estilo (para jugadores) con sockets AM3+.
La G1.Sniper M3 se puede adquirir a un precio contenido de 155€, pudiéndose encontrar incluso más cara en según qué tiendas especializadas, ofreciéndose con 3 años de garantía por parte del fabricante.
La placa base GIGABYTE G1.SNIPER M3 queda Recomendada por islaBit, no solo para jugadores no muy exigentes, sino para cualquier usuario que necesite una placa base de reducidas dimensiones microATX, muy bien equipada en comparación con la mayoría de placas de este formato. Destaca por su procesador de sonido integrado de mayor calidad que cualquier Realtek. Además, es aconsejable acompañarla de un buen procesador de 22nm de Intel para aprovechar su IGPU y así prescindir de una tarjeta gráfica dedicada (para usuarios no jugadores). En este caso, como su rendimiento gráfico queda muy limitado, para los jugadores es aconsejable emplear al menos una tarjeta gráfica dedicada, siendo ideal la HD6870 o de rendimiento similar. Para tarjetas gráficas más potentes o configuraciones SLI o CrossFireX, es más aconsejable montarlas en placas base ATX más contundentes, para equilibrar el conjunto. La M3 es una buena placa base microATX para practicar OC, pero con ciertas limitaciones para los jugadores más exigentes.