Este litigio casi está terminado, ya que el día de hoy el juez encargado de este polémico caso ha tomado la decisión de asegurar que las API de Java no pueden ser objeto de derechos de autor, por una simple y clara razón, y es que de otorgarle tantos derechos a los desarrolladores de software, podrían utilizar estas reglas para prohibir que cualquier otro escriba aplicaciones distintas que sirvan para lo mismo, y Java nació con ese propósito.
Lo más curioso es que el jurado decidió dar la razón a Oracle asegurando que Google infringió en la estructura, secuencia y organización de la API de Java cuando desarrollaba Android, pero el juez Alsup, encargado del caso, no estuvo de acuerdo con esto, por lo que la decisión del jurado no es aplicable.
Es así como Google ya tiene casi la vitoria asegurada en esta demanda múltiple que le podía haber costado casi 10 mil millones de dólares, aunque aún queda que Oracle apele la decisión, cosa que seguramente hará, más aún cuando hubo ese desacuerdo entre el jurado y el juez, cosa que muy rara vez pasa.