Más allá de que probablemente en su próximo evento anunciado para el 9 de marzo no tengamos novedades acerca de un nuevo iPhone, Apple sigue trabajando en su próximo buque insignia, que sería lanzado como el iPhone 6s o iPhone 7, y lo que parece seguro es que estaremos en presencia de un dispositivo que será resistente al agua, al menos de acuerdo a lo que una nueva patente deja ver por estas horas.
Como se puede ver en la imagen que acompaña el artículo, estaríamos en presencia de la adopción por parte de Apple de un sistema semejante al que utilizan compañías con éxito actualmente, como en el caso de Liquipel. Ello dotaría a la próxima generación de iPhone de una capa impermeable de hasta diez micras de espesor.
Además, los nuevos smartphones de la firma californiana tendrían también protección contra interferencias electromagnéticas que Apple ya ha probado de momento en algunos otros de sus dispositivos, como los actuales iPads y MacBook. Si se solucionan los problemas para poder recubrir los conectores soldados y expuestos que forman parte del circuito de funcionamiento de estos aparatos, nos podremos arrojar a la piscina con nuestro iPhone sin preocuparnos de que vaya a sucederle algo malo.