Una de las grandes novedades de la aparición en escena del sistema operativo Windows 10 de Microsoft ha tenido que ver con la sustitución del antiguo navegador Internet Explorer de la compañía por el nuevo Microsoft Edge. Sin embargo, parece que a la compañía de Redmond le costará más que un cambio de software volver a convencer a los usuarios, que siguen apostando por Mozilla Firefox y sobre todo Google Chrome.
Un estudio reciente realizado por la gente del portal Business Insider, deja en claro que si bien en un comienzo el 20% de los usuarios de Windows 10 se habían decidido a utilizar Microsoft Edge, con el paso de las semanas y mayor cantidad de equipos actualizados al nuevo sistema operativo, apenas el 14% del total decidió mantenerse con el nuevo navegador y no cambiarlo por Chrome o Firefox.
Por supuesto, se trata de una cifra bajísima que de alguna forma pone en jaque la creencia de Microsoft de que la creación de un nuevo software de navegación, pero sobre todo el cambio de su denominación oficial, podrían haberle favorecido más que una renovación de Internet Explorer. Parece que en lo que respecta a navegadores, a la compañía de Redmond aún le falta mucho para volver a convencer a los usuarios.