Si bien es cierto que en un primer momento Intel había anunciado la llegada del nuevo núcleo Cannonlake para la primera parte del 2017, algunos retrasos en su desarrollo y producción finalmente le retrasarían algunos meses más, a los dos últimos trimestres de ese año. Al parecer, los inconvenientes tienen que ver de forma específica con el rendimiento por oblea.
La noticia, que ha corrido como la pólvora en las últimas horas, indica que Intel de momento viene experimentando algunos de los problemas que surgieron con el nodo anterior de 14 nm ahora que está probando los primeros de 10 nm. Como en su momento habíamos analizado, está claro que a Intel se le viene complicando dando sus últimos saltos o migraciones a nodos más pequeños, y eso también explicó en su momento la aparición de la serie Haswell Refresh.
Por otro lado, y como consecuencia de esta problemática no esperada, es que también los desarrolladores de Intel han comenzado a trabajar fuertemente en lo que es el núcleo Kaby Lake, por supuesto no tan eficiente como el Cannonlake pero que así y todo permitirá mejorar el rendimiento de los actuales Skylake, manteniendo el nodo de fabricación actual de 14 nm, pero incorporando en su interior gráficas GT2.