El Mobile World Congress comenzó hace algunas horas y sabíamos desde el principio que una de las cartas de presentación fuertes del evento tenía que ver con la introducción de algunos nuevos buque insignia, como el aún esperado Xiaomi Mi5, el LG G5 ya enseñado, o por supuesto, los Galaxy S7 y Galaxy S7 Edge de la gente de Samsung, que vienen a ser el relevo del mejor Android del 2015, el Galaxy S6.
En efecto, la coreana nos ha presentado sus nuevos terminales bandera, que correrán Android 6.0 Marshmallow desde un primer momento, sin perder de vista sus pantallas de 5,1 pulgadas QHD y 5,5 pulgadas QHD para el Galaxy S7 y el Galaxy S7 Edge respectivamente, además de dos versiones de procesadores en ambos casos, o la Snapdragon 820 de Qualcomm que llegará a España, o la Exynos 8890 de la propia coreana, acompañadas de 4 GB memoria RAM las dos.
Con un diseño que sigue los mismos lineamientos del anterior Galaxy S6, hay que decir a su vez que el Galaxy S7 se distingue también por rebajar los megapíxeles de su cámara fotográfica de 16MP a 12MP, aunque con nuevas funciones y una mejor apertura que nos garantizará resultados más avanzados. Con baterías de 3000 mAh para el menor de ellos y de 3600 mAh para el mayor, se espera que los nuevos Samsung sean comercializados desde el 11 de marzo con precios entre los 750 y los 900 euros.