Muchos de nosotros tenemos un portátil en casa, y no importa lo buena que sea la compañía que lo ha fabricado, es muy posible que al cabo de un tiempo, su batería deje de funcionar correctamente, y tengamos que utilizarlo con el cargador puesto. Hasta allí nada que no le haya sucedido a todo el mundo, y sin embargo, nuestros lectores nos han consultado acerca de las potenciales consecuencias que podemos encontrar en caso de utilizar un cargador que no sea el original del equipo, así que vamos a enseñarte, a través de un ejemplo concreto, qué cuestiones deberías tener en cuenta.
Tu portátil podría adecuarse al cargador
En efecto, tomemos como parámetro un portátil determinado, en este caso el Dell Studio XPS 1640, que como podemos ver corresponde a una de las firmas más laureadas en cuanto a la fabricación de este tipo de dispositivos. Pues bien, ¿qué pasa si utilizamos para cargar este portátil un cargador de otro equipo, uno de 65 watt en lugar del de 90 watt que viene de fábrica con el mismo? La respuesta despejará las dudas de muchos, en cuanto a que la experiencia de uso del laptop podría perder potencia al utilizarse un cargador menos poderoso de lo que se recomienda.
En efecto, con sólo leer algunos de los artículos de soporte de Dell, podemos ver que dispositivos como éste han sido desarrollados especialmente para soportar diferentes cargadores, de 65, 90 y 130 watt, aunque lo que diferencia la elección de uno u otro es el tipo de experiencia de uso a la que vamos a acceder. Por eso, cuando utilices un cargador de inferior potencia al que viene por defecto con tu portátil no te sorprendas si va más lento y no responde con la misma ligereza, pues simplemente lo hace porque se está adaptando a la carga que recibe en ese momento.