Intel es probablemente la principal compañía de procesadores de todo el mundo, y si a algo le debe esa situación de privilegio dentro de este segmento, es en buena parte a la cantidad de arquitecturas disponibles para estos chips. Una filtración reciente ha dejado al descubierto de hecho buena parte de los planes en el corto plazo de la compañía, con detalles acerca de qué referencias y qué modelos de cada uno de los procesadores aparecerán en el mercado en los próximos años, y una de las cuestiones más interesantes que hemos descubierto tiene que ver especialmente con la llegada de la arquitectura Coffee Lake, que se producirá allá por el año 2018.
Todos los detalles acerca de Coffee Lake
Como decíamos antes, hay que considerar que Intel se desvive trabajando para seguir aportando vanguardia en el segmento de los procesadores, y si tenemos en cuenta que los fabricados en procesos de 14 nm llevan dos años vendiéndose a buen ritmo en los mercados más avanzados, también es lógico pensar que luego de Kaby Lake que está fechado para este año, llegará el momento de las familias siguientes, en los casos de Cannonlake en primera instancia, y de Coffee Lake, los protagonistas de este artículo, en segundo lugar, que sirven para confirmar la larga estadía de los procesos de 14nm, que comenzaron en el 2014, y de confirmarse esta noticia, se seguirían produciendo al menos hasta el 2018, aunque con otros cambios evidentes.
De esta forma, con Coffee Lake, sería en total cuatro las generaciones de procesadores de Intel construidos en procesos de 14 nm que podríamos conseguir en el mercado, una muestra más que evidente de cómo la Ley de Moore se ha comenzado a quedar un poco grande para los tiempos que corren. Lo que ocurre es que en muchos casos, se están alcanzando los límites físicos de las propiedades del silicio, y a menos que este material se reemplace por otro, la tendencia se irá asentando cada vez más.