Facebook es la principal red social de todo el mundo, y como es lógico, pretende tener la mayor presencia posible en todos los mercados a nivel global, incluso cuando eso le exija tener que adaptarse a las costumbres y leyes locales. Es lo que le ocurre en China, donde la plataforma ha sido prohibida en numerosas ocasiones para censurar ciertos contenidos que los usuarios pueden subir o ver en ellas. Ahora, la idea de Mark Zuckerberg y compañía es desarrollar un método de autocensura de la propia red social, que les permita mantenerse online en aquel país, lo que por supuesto, a final de cuentas, les ofrecería ganancias millonarias considerando la población de miles de millones a la que accederían.
Facebook quiere imponerse en China
En efecto, Zuckerberg viene apostando fuerte por el mercado de China en los últimos tiempos, en la medida en la que ha viajado allí en más de una ocasión, e incluso hasta salió a correr por las contaminadas calles de Beijing, como una forma de mostrar su apoyo a una de las principales ciudades locales. Sin embargo, siempre ha sido muy cuidadoso de todos sus movimientos, evitando decir demasiado al respecto. Eso, incluso cuando voceros de la red social han sido incapaz de negar los planes de Facebook al respecto, aunque han aclarado que la firma «no ha tomado ninguna decisión sobre su acercamiento a China».
En sus últimas declaraciones oficiales, se ha señalado que «durante mucho tiempo hemos dicho que estamos interesados en China y estamos invirtiendo tiempo en entender y aprender más sobre ese país». La noticia llega en un momento también especial para el propio Zuckerberg, en la medida en la que se viene cuestionando mucho la influencia que tiene en la compañía y sus novedades, influencia que él mismo había indicado comenzaría a disminuir poco a poco en los próximos tiempos, algo que hasta ahora no ha ocurrido. En cualquier caso, él sabe mejor que nadie qué tan importante es el mercado chino, y si tiene que presentar una versión autocensurable de Facebook para ser aceptado allí, no dudamos ni por un segundo en que lo hará.