Luego de todos los problemas causados por las distintas unidades del Galaxy Note 7 que derivaron en la cancelación de la venta del producto y todo tipo de maniobras para que los usuarios devolvieran los equipos, finalmente la gente de Samsung ha decidido dar a conocer los motivos por los que algunos de estos dispositivos explotaban o literalmente eran consumidos por el fuego. Como se suponía, todo tiene que ver con ciertos defectos de las baterías, algo que ahora sabemos oficialmente de parte del mayor fabricante de teléfonos del mundo, en vísperas de conocer el que será su nuevo tope de gama, el Galaxy S8.
Los Galaxy Note 7, destinados a fallar
En efecto, luego de las investigaciones pertinentes, los desarrolladores llegaron a la conclusión de que los problemas de las explosiones del Samsung Galaxy Note 7 tenían que ver directamente con las baterías de estos dispositivos. Inconvenientes que llevaron, desde luego, a que debieran retirarse del mercado unas 2,5 millones de unidades de este dispositivo, mientras que muchas de las principales líneas aéreas norteamericanas y del mundo obligaban a sus pasajeros a advertir previamente a comenzado el vuelo que llevaban uno de estos equipos, por temor a que algo ocurriera a bordo.
Desde entonces, no sólo la producción del Samsung Galaxy Note 7 ha sido detenida, sino que además la firma coreana ha devuelto el dinero del dispositivo o bien entregado otros de la misma gama, como los Galaxy S7 o Galaxy S7 Edge, para paliar todos los inconvenientes que podrían haber surgido del caso. En cualquier circunstancia, lo que está claro es que la empresa no puede darse el lujo de que su Galaxy S8 a presentarse en abril tenga los mismos inconvenientes, y estamos seguros de que trabajarán fuertemente en ellos.
¿Crees que Samsung ha aprendido de los errores del Galaxy Note 7?