Durante los últimos años, cuando hablábamos del lujo íntimamente relacionado con los smartphones, sabíamos que casi siempre nos referíamos a Vertu, una compañía que hacía hincapié en la generación de todo tipo de teléfonos inteligentes complementados con materiales de excelencia y precios exorbitantes, como aluminio, zafiro y titanio; para luego venderlos en el reducido mercado de quienes podían pagarlos. Muchos de sus teléfonos incluso llegaron a superar los 30.000 dólares, y el día de hoy, nos encontramos con la triste noticia de que esta atractiva compañía ha tenido que cerrar sus puertas.
Vertu se despide con una deuda millonaria
Haciendo un poco de historia, debemos recordar en primera instancia que Vertu nació originalmente como una filial de lujo fundada por Nokia en 1998, desarrollando en ese momento teléfonos exclusivos con Symbian. Con el paso del tiempo, Vertu fue vendida al fondo de inversión privado EQT y luego a la compañía china Godin Holdings. Hace apenas un año, el empresario turco Murat Hakan Uzan se hizo con ella por más de 60 millones de dólares, ya con conocimiento de las deudas de la firma, que ascendían a 165 millones de dólares. Lamentablemente, a pesar de sus buenas intenciones, el empresario no ha podido cumplir su palabra, por lo que las tiendas de Vertu cerrarán en todo el mundo, dejando a más de 200 personas sin trabajo. Incluso, claro, aquellas que concurrían inmediatamente al llamado de los usuarios con sólo oprimir un botón. Parte de la exclusividad, claro.
Más allá de esto, Uzan ha confirmado a distintos medios que hará todo lo posible por revivir a Vertu en poco tiempo, considerando que buscarán alternativas para que la fabricación de dispositivos móviles de lujo con Android no se vuelva una pérdida constante de dinero. Quien sabe, tal vez en no demasiado tiempo, seamos testigos del resurgir de una de esas compañías que aportaban algo diferente dentro del segmento de los móviles de lujo.