La agencia aeroespacial gubernamental está lista para probar su sistema de gestión de tráfico a través de drones. Los sitios de las pruebas finales serán los estados de Nevada y Texas. Las fuerzas aéreas estadounidenses, en conjunto con la NASA, han estado desarrollando el Sistema de Gestión de Tráfico de Aeronaves No Tripuladas (UTM).
Asimismo, han sido casi cuatro años de desarrollo de este sistema. Además, ha sido un esfuerzo destacable el descubrir cómo volar drones de forma segura en entornos totalmente urbanos. Del mismo modo, este sistema y su utilización, es casi una proeza.
El proyecto se encuentra en su última fase
Ya en esta última parte del proyecto, las partes involucradas se han asociado a dos institutos tecnológicos. Uno es el “Institute for Autonomous Systems”, en la ciudad de Las Vegas, Nevada. De la misma forma, el otro es el Lone Star UAS Center for Excellence & Innovation, en la ciudad de Corpus Christi, Texas.
Ahora bien, la asociación con estos centros tecnológicos ha sido con el fin de llevar a cabo las últimas pruebas de campo antes de lanzar el sistema en la prueba final. Se han escogido dos centros tecnológicos en las ciudades pilotos para que ofrezcan al equipo de la NASA todo el apoyo técnico y científico para poder poner ya a punto el sistema de vigilancia con drones.
Así mismo, tanto la NASA, como las fuerzas aéreas no van a mostrar este sistema nada más. De la misma forma, están preparados para lanzar una serie de nuevas tecnologías. De tal forma que una de ellas es una nueva interfaz con capacidades integradas de detección y de esquivar vehículos. También, planean lanzar un sistema autónomo integrado de comunicaciones de vehículo – vehículo para evitar choques y colisiones.
Del mismo modo, los drones tendrán tecnologías de aterrizaje seguro de forma automática, de tal manera que el operador de dichos drones tendrá menos protagonismo, a medida que se apliquen estas tecnologías, los drones pasarán a ser completamente autónomos.
Esto servirá de experimento para la NASA
Estas pruebas ayudarán a la NASA a recolectar datos acerca de los retos que ofrece volar de manera autónoma en entornos totalmente urbanos. De la misma forma, permitirá la adopción de nuevas ideas para futuras normativas, planes y rutas de vuelo en las ciudades. También, permitirá a la agencia aeroespacial a escoger los mejores procedimientos para manejar drones autónomos. Todo ello de manera segura en áreas superpobladas.
Por último, esta experiencia permitirá que el aprendizaje de estos experimentos sea acogido por las empresas de drones comerciales. De esta manera, podrían impulsar el desarrollo y la producción de aviones no tripulados de manera segura y eficiente. Y además, los podrán desarrollar totalmente autónomos.
Esto debido a que podría dar un gran impulso a esta naciente industria, lo que cambiará por completo la forma de volar y de ver el espacio aéreo tanto comercial, como urbano en todas las ciudades del globo. La última fase de pruebas se realizará a mediados de este año y terminarán en el último trimestre del mismo.