Es casi un hecho que los vehículos autónomos serán omnipresentes en las calles de la ciudad. Pero antes de que esto suceda, cabe que te preguntes: ¿Te llevarán rápidamente por las ciudades? O por el contrario: ¿Empeorarán el tráfico?
De entrada, es sabido que un automóvil, es un automóvil. Ya sea este auto conducido, o manejado por personas. Y es mejor ya que ocupan menos espacio que los autobuses, tranvías o trenes. Así que debes asegurarte que el costo de los mismos sea el correcto. De por sí que el tráfico ha aumentado en muchas ciudades.
Y esto debido a la gran cantidad de personas que se desplazan a diario por las ciudades. Así pues, una vez que Uber despliegue más flotas de vehículos autónomos, llamar a uno de estos será más económico. Además, será más competitivo y a la larga, será una carga potencial para nuestras calles.
Según estudiosa, afirman de manera convincente que los coches autónomos van a aumentar de manera drástica el tráfico. Incluso, los expertos pronostican que la cantidad de autos crecería exponencialmente a medida que más personas puedan quitarse las manos del volante. Y solo deban sentarse, andar y ver el paisaje.
Además, hay otro desafío: cuando no están en uso, estos coches deben ir a algún lugar. Ya sea volver a casa, estacionar en algún lugar, o simplemente dar la vuelta. Del mismo modo, lo más probable es que estos autos estén circulando permanentemente en las calles en lugar de estacionarse. Esto debido a que así las personas evitan pagar las tarifas.
Se debe pensar en alternativas
De la misma forma, el número de personas que viajan en algún tipo de transporte, habla de la necesidad de pensar en alternativas. Es decir, se deberían de fijar precios de congestión. Aún más, en vista de que los vehículos autónomos potencialmente giran sin rumbo en la ciudad.
Asimismo, los esquemas de precios por congestión existentes, funcionan de diferentes maneras. La mayoría de los programas identifican una parte central de la ciudad o zonas específicas dentro de la ciudad. Por ello, instituye una tarifa fija o variable en los vehículos que conducen a las áreas específicas.
De la misma forma, los sistemas monitorean el cumplimiento a través de cámaras, donde registran placas y matrículas. O en su defecto, alguna versión de transpondedores en vehículos. De este modo, todos los sistemas de precios por congestión unen el precio al uso de la carretera.
Generalmente, los precios variables que capturan el uso de toda una ciudad, podrían llevar a una toma de decisiones diferente. Esto por parte de los vehículos autónomos. Así pues. En lugar de pasar por las calles esperando a recoger pasajeros, estos autos podrían estacionar en el centro de la ciudad o en la periferia. Ayudando a destapar las calles en lugar de aumentar el tráfico.
Las tarifas de congestión y peajes son variables
Así mismo, los precios variables aumentan a medida que aumenta el tráfico. Lo que hace que algunos conductores, o los vehículos autónomos en este caso, salgan de la carretera. Y esto hará que los coches se desplacen con mayor facilidad.
Igualmente, en los Estados Unidos, estamos más familiarizados con los esquemas de peajes variables implementados en autopistas. Pero los sistemas de congestión como los de Singapur y Estocolmo, incluyen una naturaleza variable para ellos en toda la zona de congestión.
De hecho, los precios por congestión podrían contrarrestar directamente un aumento en el uso del vehículo, y de esta manera, asegurar que los autos que conducen por sí mismos paguen la carga completa por el impacto que crean.
Es así como la ciudad de Nueva York va a implementar una zona de congestión a partir del año 2021. De igual forma, esta zona de congestión afectará a todos los conductores al sur de la calle 60 que entran a la isla de Manhattan.
Si bien la estructura final está por determinarse, los expertos dicen que podría aportar más de mil millones de USD al año para respaldar las actualizaciones del transporte público.
Varios países han tomado medidas contra la congestión
Del mismo modo, al otro lado del charco, en Londres se implementó una política de congestión en el año 2003. Dicha zona cubre un recuadro de 8 millas y actualmente cuesta alrededor de 15 USD. De igual forma, los vehículos privados que ingresaban a esta zona, cayeron un 39%. Esto entre los años 2002 a 2014.
Sin embargo, con el rápido aumento en el número de usuarios de Uber y otras compañías, la congestión ha vuelto a aumentar considerablemente.
Así pues, en las regiones de Washington DC y Los Ángeles tienen los precios variables, pero no se encuentran en zonas de congestión dentro de la ciudad. Pero ya ofrecen a los conductores de autopistas la opción de pagar para conducir en un carril de flujo libre.
Asimismo, el costo para los consumidores es todo menos gratuito, ya que el costo debe alinearse con la demanda. Y dicha demanda es para mantener el tráfico en movimiento.
Del mismo modo, en la región de Washington DC, los cargos por conducir desde la ciudad hasta los suburbios lejanos, alcanzaron un máximo de 40 USD. Pero eso era lo que costaba mantener el tráfico en movimiento.
Algunas ciudades en el mundo tienen políticas parecidas
Singapur, por otro lado, extiende esta lógica al núcleo de su ciudad con su modelo de precios de congestión. Asimismo, la ciudad tiene más de 50 puntos dentro del área designada dentro y alrededor del distrito central de negocios.
Además, cada uno de estos puntos cobra entre 0 USD y 3 USD. Esto según la hora del día y las condiciones del tráfico. Por su parte Estocolmo, sigue una lógica similar al sistema de Singapur. Con un límite total de alrededor de 11,30 USD por vehículo diario.
Se debe tratar de buscar las mejores soluciones
De igual manera, una política buena y competitiva puede ayudar a tomar las mejores decisiones. Es así como el precio de la congestión puede servir como un regulador. Basado en el mercado que obtiene el número correcto de autos en la calle, en un momento dado.
Asimismo, dependiendo de la combinación de combustible de los coches con gas en comparación con los eléctricos. Estos sistemas pueden mejorar la calidad del aire y la salud pública. Además, los fondos de estos planes podrían ayudar a respaldar y mejorar los sistemas de tránsito.
Para finalizar, y cuando le preguntas a los líderes de las ciudades acerca de qué tipo de ciudades están tratando de construir. Tanto ellos y sus residentes, la respuesta contundente es: ciudades para personas, no automóviles. Por ello, debemos asegurarnos de que los vehículos autónomos ayuden a mejorar las ciudades para todos nosotros.