En primer lugar, Archinaut presentó un proyecto para imprimir en 3D componentes voluminosos en el espacio. En lugar de traerlos hasta allá. Esto ha supuesto un contrato de 73.7 millones USD de la NASA. Para demostrar la técnica en el espacio. Archinaut, una misión que lleva varios años en desarrollo desde Made In Space. Podría lanzarse en el año 2022.
Ahora bien, el problema que ocupa es el siguiente: si deseas que una nave espacial tenga arrays solares de cierta medida. Entonces, debes llevar al espacio una estructura con esas mismas medidas, para que los arrays se adhieran a ellos. Ahora bien, ¿En dónde se guardan esas estructuras si apenas hay espacio para los tripulantes? Es por esto que se vuelve realmente complicado llevar partes grandes al espacio.
Del mismo modo, la solución de Archinaut es sencilla: ¿Por qué no simplemente se lleva el material para ese gran componente al espacio, y se imprime en el lugar? Igualmente, no hay forma más compacta de conservar el material, que la materia prima más sólida.
Las partes no serán transportadas desde la Tierra
De hecho, esto se extiende a más que simples barras, postes y demás materiales de gran longitud. Igualmente, este proyecto abarcará más, muchas estructuras complejas sobre las cuales se podrán montar muchos otros componentes. Del mismo modo, hay muchas cosas muy grandes como para llevarlas al espacio en una sola pieza.
Pero, de igual manera, dichas estructuras podrían estar hechas de otras piezas más pequeñas. Si esto fuese necesario. Así pues, Made in Space ya tiene contratos vigentes con la NASA. Y ha demostrado la impresión en 3D de partes a bordo de la Estación Espacial Internacional.
También, ha demostrado que puede imprimir cosas en un vacío artificial más o menos equivalente al ambiente en el espacio. De igual manera, la misión del demostrador; Archinaut One, se lanzaría a bordo de un vehículo de lanzamiento de Rocket Lab Electron. Todo esto no antes del año 2022. Y después de alcanzar una órbita estable, comenzará con la extrusión de un par de plataformas de mucha longitud.
Archinaut construirá más estructuras
Asimismo, con las primeras estructuras hechas, le seguirán paneles solares flexibles. Que se desplegarán a la misma velocidad, unidos a las estructuras rígidas o vigas. Así pues, cuando hayan terminado, un brazo robótico los pondrá en su lugar y hará otras tareas de limpieza.
Una vez finalizado, este par de conjuntos solares va a generar, en teoría, unas 5 veces la potencia que obtendría una nave espacial de similar tamaño. Ahora bien, debido a que las naves espaciales son casi sin excepción sistemas que necesitan mucha energía. Tener más vatios para utilizar o almacenar, para el equivalente de un día lluvioso. Sería ciertamente bienvenido.
En otra impresión, el brazo del robot podría reorganizar las piezas, acoplar los conectores y realizar otras tareas. Esto para crear estructuras más complejas. No obstante, eso sigue siendo bueno en el futuro: la misión actual del demostrador se centrará en el tema de los objetos pesados. Aunque el equipo ciertamente aprenderá mucho sobre cómo lograr otras construcciones en el proceso.
De igual forma, la fabricación en el espacio es una gran preocupación para un país que planea establecer una presencia permanente en y alrededor de la Luna. Así pues, es mucho más fácil hacer algo allí, in situ. Que hacer una entrega de un tercio de millón de kilómetros de distancia.
Así pues, el proyecto Archinaut parece ser bastante prometedor, por lo que es una muy buena apuesta de la NASA. Esto para las futuras misiones tripuladas tanto para el espacio, como para los demás planetas y cuerpos celestes que entren en las próximas misiones espaciales.