Si haces una búsqueda rápida en Google de las monedas digitales de los bancos centrales, obtendrías una lista de países que buscan lanzar su propia criptomoneda.
Mientras que algunos desean evitar la amenaza que surge de las monedas paralelas, otros quieren inyectar poder y estabilidad a las monedas fiduciarias existentes.
Cuando Bitcoin se originó hace casi una década, los bancos centrales no sabían que un invento de un geek informático pronto surgiría como la mayor amenaza para el sistema bancario tradicional en los años posteriores.
Y aunque Bitcoin pasó la mayor parte de su vida hasta ahora, satisfaciendo el impulso de los entusiastas de la tecnología y los pequeños comerciantes, el año 2017 cambió las cosas para esta humilde moneda.
El dramático repunte de los precios de ese año, seguido del lanzamiento del whitepaper Libra, del proyecto a gran escala de Facebook en este año, transformó drásticamente la forma en que las personas veían las criptomonedas.
Hoy en día, no se limitan a ser un medio para diversificar una cartera de inversiones, sino a sacudir a los gobiernos y los sistemas legales. Toso ello obligando a los bancos centrales a considerar el lanzamiento de sus propias monedas digitales.
Las monedas digitales del banco central son la guía para un futuro digital
Sí, las monedas digitales del banco central pronto pueden convertirse en una práctica común. China ya está liderando el proceso de transformación digital ya que su banco central está “casi” listo para lanzar su criptomoneda este año.
Los reguladores estadounidenses también están pidiendo al comité de la Reserva Federal que considere seriamente el lanzamiento de un dólar estadounidense digital, como respuesta a la Libra de Facebook.
Al mismo tiempo, Alemania y Francia han expresado su firme apoyo en la introducción de un euro digital. Países en crisis como Venezuela están haciendo todo lo posible para promover el uso de su criptomoneda respaldada por el estado, el llamado Petro.
A medida que más y más países continúan encontrando respuestas en criptomonedas respaldadas por el Estado, los beneficios se vuelven más explícitos.
Las monedas digitales esencialmente significan pagos más rápidos, eficientes y transparentes, lo que es bueno para los clientes y la economía en general. Se espera que el efectivo digital ayude a los bancos a mover el dinero de las personas de manera eficiente.
Los movimientos de precios del Proyecto Libra y Bitcoin sirven como factores contribuyentes
Los ambiciosos planes de Facebook de lanzar la criptomoneda Libra a nivel global de monedas estables han desequilibrado a los responsables políticos mundiales. Ha servido como una llamada de atención para algunas de las operaciones obsoletas de los bancos.
Están presionándolos para que reconsideren sus prácticas comerciales antes de que sea demasiado tarde. Los banqueros ya no pueden confiar en mecanismos de transferencias caros y anticuados y deben encontrar mejores alternativas a SWIFT.
Aunque estas consideraciones exigen una mayor demanda de monedas digitales similares a Libra; Facebook, como autoridad de control para la ejecución y distribución, no está dando en el blanco. Además, la volatilidad de los precios de Bitcoin lo ha convertido en un tema candente para las predicciones de precios y el análisis de mercado.
Los bancos centrales están buscando una solución más integral. Algo que no represente una amenaza para la soberanía nacional, gestión efectiva de la política monetaria y que se utilice internamente para flujos de pago sin interrupciones. Y todo ello sin perturbar el sistema financiero existente.
Los bancos centrales esperan contener una posible crisis financiera
Por lo tanto, las monedas digitales de los bancos centrales configuran una solución lógica a estos problemas apremiantes. Ya que las personas obtienen todos los beneficios de estar en un formato digital y sin embargo, parecieran estar estrictamente controladas por el Estado.
Y si bien es probable que China sea el primer país que implementará una alternativa monetaria respaldada por el Estado totalmente funcional y administrada. Otros países están tomando el ejemplo de su liderazgo y la visión de Facebook para cambiar el paradigma financiero, para encontrar sus respuestas al posible colapso de las economías.