El Banco Central Europeo (BCE) reveló hoy que está considerando acelerar sus planes para una moneda digital de banco central (CBDC) si los consumidores continúan alejándose del efectivo para pagos.
Tras estudiar inicialmente la posibilidad de emitir su propia moneda digital en mayo de este año. El Banco Central Europeo ha estado investigando la emisión de un CBDC para ayudar a garantizar que el público en general siga siendo «capaz de utilizar el dinero del banco central incluso si el uso de efectivo físico disminuye», según el documento publicado hoy.
El banco agregó que «una futura disminución en el uso de efectivo podría ser un catalizador para acelerar los esfuerzos del banco central en el área del CBDC». La idea se presentó por primera vez la semana pasada cuando el miembro del Comité Ejecutivo del BCE, Benoît Cœuré. Dijo que hay una falta de soluciones europeas para los pagos en línea. Lo que ha llevado a confiar en soluciones no europeas.
El dinero en efectivo está pasando a ser cosa del pasado y el Banco Central Europeo lo sabe
Mientras tanto, una serie de países europeos se están alejando rápidamente del dinero en efectivo y están adoptando algún tipo de pago digital. En Suecia, por ejemplo, el efectivo sólo se utiliza en el 19% de los pagos. El informe del gobierno del Reino Unido a principios de este año predijo que el efectivo se utilizaría en sólo el 9% de todas las transacciones para el año 2028.
Y el BCE no es el único banco central con los ojos puestos en la moneda digital. China también sigue desarrollando su Renminbi digital. Justo hoy el banco central de Francia también ha anunciado su intención de experimentar con un euro digital en 2020.
Pero un movimiento hacia una moneda digital del banco central para Europa no será fácil. El BCE advirtió que un «CBDC podría tener implicaciones de gran alcance para el sistema financiero». Incluyendo la forma en que se lleva a cabo la política monetaria y los efectos en el sector bancario en áreas como la intermediación crediticia y la financiación bancaria.
El BCE, según su documento interno, tiene previsto seguir analizando un CBDC con la intención de explorar los beneficios para los ciudadanos europeos. Dijo que estaría «listo para actuar en caso de que surgiera la necesidad en el futuro».