Para 2030, la demanda de monedas alternativas aumentará, y las monedas digitales acabarán sustituyendo al efectivo. Según un estudio reciente del Deutsche Bank.En el informe «Imagine 2030», el estratega del Deutsche Bank, Jim Reid, sensibilizó sobre los retos a los que se ha enfrentado el sistema fiat existente en los últimos años. Concretamente con la aparición de las criptomonedas.
Reid estipuló que la mayor demanda de medios de pago desmaterializados y el anonimato por parte de la gente podría llevar a más personas a las monedas digitales.
Incorporar la adopción y los desafíos concurrentes
Para lograr una mayor aceptación, los activos digitales deben superar tres grandes obstáculos. Entre ellas figura la legitimidad percibida a los ojos de los gobiernos y los reguladores. Lo que implica estabilidad de precios y permite un alcance mundial en el mercado de pagos. Según Reid, el establecimiento de alianzas con las principales partes interesadas. Como las aplicaciones móviles y los proveedores de tarjetas, permitirá este desarrollo.
Al mismo tiempo, Reid señaló que con la adopción generalizada, surgirán nuevos desafíos. Entre las principales amenazas al supuesto sistema financiero digital basado en la moneda, Reid mencionó la dependencia de la electricidad, los ciberataques y una guerra digital. «A medida que eso ocurre, la línea entre las criptomonedas, las instituciones financieras y los sectores público y privado puede volverse borrosa», escribió Reid.
Los países examinan el CBDC
Mientras tanto, los gobiernos del mundo han estado debatiendo activamente la necesidad de desarrollar monedas digitales nacionales. Hoy, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, dijo que no hay demanda pública de una moneda digital de banco central (CBDC) en el país. Kuroda señaló la creciente demanda de pagos en efectivo y agregó que el banco había estado realizando investigaciones técnicas y legales sobre el asunto.
Las Islas Vírgenes Británicas han adoptado un enfoque más proactivo con respecto a los CBDC, anunciando que el país está desarrollando una moneda digital denominada BVI~LIFE en colaboración con LifeLabs, la nueva cadena de bloques. La moneda es parte de una iniciativa más amplia para hacer crecer el sector de la tecnología finlandesa local. Estará vinculado al dólar estadounidense.
El Banco Central de Francia tiene previsto poner a prueba un CBDC para las instituciones financieras en 2020.