Con el renovado interés por las criptomonedas que estamos constatando en este final de año, ya hay quien augura el millón de dólares para el bitcoin, están volviendo a plantearse preguntas sobre la viabilidad de muchas de las soluciones blockchain existentes a día de hoy. Mucho ha llovido desde el apogeo de los proyectos criptográficos allá por 2017. Por aquel entonces, cada día se oían adjetivos como novedoso, mejor o más rápido, tras el lanzamiento de la enésima oferta inicial de monedas, las célebres ICOs o initial coin offerings.
Los grupos oficiales de Telegram de cada ICO ardían ofreciendo recompensas a quién predicase la buena nueva de esa solución blockchain que iba a poner patas arriba a tal o cual sector. No podemos culparles por estos esfuerzos de marketing: son el lenguaje necesario para la adopción. La esperanza de estos equipos era que alguien importante se topase con ellos y les encontrarse utilidad, si bien pocos, por no decir ninguno, ofrecían de la más mínima viabilidad comercial para convertirse en el próximo Google o Amazon del futuro.
Por esto nos parece que este es un buen momento para analizar dos sectores para los que la revolución blockchain auguraba un cambio radical. ¿En qué se ha quedado la cosa? ¿Cuál es el estado actual ahora que nos disponemos a cambiar de década? ¿El hype de las aplicaciones descentralizadas, popularmente conocidas como dApps o decentralized applications, se está apagando o tiene todavía mecha por quemar?
Juegos online
En el pujante sector del iGaming, juegos de azar online, son varias las iniciativas blockchain que tratan de destronar a actores consolidados del sector como Betway Casino, que desde 2006 está en la vanguardia de los juegos de casino online como el blackjack, la ruleta y las tragaperras, apostando por la seguridad y la atención al cliente. Y son precisamente en estos dos aspectos donde las soluciones blockchain iGaming hacen aguas, como veremos a continuación.
Funfair, el proyecto con más posibilidades de salir adelante, ofrece atractivos únicos, como la descentralización, pero a cambio de sacrificios importantes. Parece que la descentralización es un arma de doble filo en este sector. Entre los contras de este proyecto están las grandes limitaciones a nivel de atención al cliente o las complejidades innecesarias del proceso de adquisición del cliente, inevitables debido a la naturaleza descentralizada de su solución, como se reconoce desde el propio proyecto. No está nada claro, al menos de momento, que el sector tradicional del iGaming vea peligrar su actual posición de liderazgo.
Préstamos online
El sector de los préstamos online ha revolucionado para siempre cómo nos financiamos. Su irrupción hace unos años supuso un verdadero dolor de cabeza para las entidades bancarias de toda la vida. Con la simplificación de requisitos y el acortamiento de plazos, empresas como Cofidis han conseguido llevarse el gato al agua, como Cofidis, llegando a dar 783 millones en préstamos a lo largo de 2018.
Pero estas nuevas empresas de financiación podrían pasar rápidamente de depredadores a presas. Proyectos blockchain de préstamos personales como Nexo vienen dispuestos a desbancar a las nuevas financieras online. Esta iniciativa les ofrece a los usuarios una manera revolucionaria de obtener financiación, sin necesidad de papeleo alguno ni demostración de ingresos: basta con depositar activos criptográficos, como ethereum o bitcoin, para obtener una línea de crédito personalizada. Y todo ello de manera regulada. El potencial de soluciones como esta es muy grande, pero acusan el grave problema de la falta de adopción por parte de los usuarios. La complejidad de acceso es una barrera todavía difícil de superar.
Como habrás podido constatar, en este breve análisis de dos sectores sujetos a los cambios disruptivos de la tecnología blockchain, todavía nos encontramos muy lejos de un verdadero cambio de paradigma. Todo apunta a que en los próximos años los actores consolidados seguirán conservando sus posiciones de liderazgo. La situación recuerda a los inicios de internet, cuando las soluciones analógicas ofrecían más ventajas que las novedosas iniciativas online. Los actores tradicionales todavía tienen margen de maniobra para mantener sus posiciones comerciales siempre y cuando no se duerman en los laureles. De lo contrario, podría pasarles lo que les ocurrió a los videoclubs tras la maduración de internet. Una cosa está bien clara, ¡los próximos años serán de innovación tecnológica!